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Actualizado: 1 de junio de 2025
Dos o tres viejas desvenadoras se adelantaron hacia él, profiriendo chillidos temerosos, y tocándole casi, y se oyó un sordo «¡muera!». Sin embargo, el funcionario se rehízo, y cruzándose de brazos, se adelantó, algo mudada la color, pero resuelto. ¿Qué sucede?, ¿qué significa este escándalo? preguntó a Amparo, a quien halló más próxima . ¿Qué modo es este de entrar en los talleres?
Es una pasión desgraciada, o, lo que es lo mismo, es una de las pasiones que duran. Esta vez, sin embargo, tuve suerte; habían colocado la mesa del whist próxima a la chimenea, e hizo la fortuna que mi butaca estuviese a espaldas de las de mis lindas habladoras, que no fijaron su atención en nosotros.
A ese no hay quien le mate... Me lo dice el corazón. Otra desgracia más próxima quebrantó su calma. Un anochecer, al regresar á la avenida Víctor Hugo, encontró á doña Luisa con aspecto de terror llevándose las manos á la cabeza. La niña, Marcelo... ¡la niña!
Están haciendo dos trajes, y si vieras... no pude por menos de reírme; porque del terciopelo que les sobra hacen trajes para Niños Jesús y para Vírgenes. Todo lo aprovechan, y hasta una hebilla de sombrero que no puedan gastar, se la plantan a cualquier santo en la cintura. Había hecho Fortunata algunas relaciones en la vecindad más próxima.
El tribuno hizo un gesto despectivo al oir el nombre del coloso. Su opinión sobre él estaba formada, y todo lo referente á su persona lo tenía guardado en una carpeta llena de papeles puesta sobre una mesa próxima. Allí estaban los célebres datos estadísticos sobre las enormes cantidades de materias alimenticias que llevaba devoradas el intruso.
Según dijo quien le vio, dos días antes había salido muy de mañana, con capote militar, por la puerta del Carmen, y se había encaminado a pie hacia una venta próxima, donde le esperaban tres hombres con un caballo. A escape se dirigió el coronel cabecilla a Huarte Araquil, donde le aguardaban el cura Irañeta y Mongelos.
Reían hasta desternillarse las cuchufletas del Kladderadatsch, esas burdas chacotas berlinesas tan pesadas como el famoso martillo-pilón de la fábrica de Krupp, de cincuenta mil kilogramos. No dudando nadie acerca de la próxima entrada de los prusianos, cada cual preparábase a recibirlos bien. Las cervecerías almacenaban gran número de salchichas y de cochinillos de leche.
Después se dirigió al cuarto de su hija. Transcurría a la sazón el mes de junio, y hacía un hermoso día, digno de servir de despedida a la primavera, próxima ya a dejar paso al estío.
»Por lo demás, debo decirle a usted que tiene en ella una amiga sincera que la quiere con amor acendrado, según yo he tenido ocasión de observarlo por mí mismo. »Cuando al pensar en mi próxima partida se oscuraece su frente, su padre sólo tiene que decirle: » ¡Vamos, ánimo, hija mía, que no te quedarás sola; yo seguiré a tu lado y el lunes vendrá Antoñita!
Olvidaba los libros, despreciando su porvenir: ya no pensaba en cantar misa. ¿Qué le importaba su carrera viendo a la Iglesia en peligro y próxima a desvanecerse la poesía soñolienta de los siglos que le había envuelto desde la cuna como una nube perfumada de incienso viejo y rosas marchitas...?
Palabra del Dia
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