Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Hallólos un poco polvorientos allá en un rincón de su cabeza. De buena gana hubiera abierto el antiguo tratado de estrategia que tenía en su librería más polvorienta aún: pero no había tiempo. Dí á tu marido manifestó al cabo con autoridad militar como si se dirigiera á un ayudante de órdenes que suba al corredor de la parra por si se intenta el asalto por entrambas fachadas.
A Bonifacio aquella narración le había hecho recordar el espectáculo tristísimo de las ruinas de la casa donde él había nacido; sí, él había visto desprenderse las paredes pintadas de amarillo y otras cubiertas de papel de ramos verdes; él había visto como en un plano vertical la chimenea despedazada, al amor de cuya lumbre su madre le había dormido con maravillosos cuentos; allá arriba, en un tercer piso... sin piso, quedaba de todo aquel calor del hogar el hueco de una hornilla en una medianería agrietada, sucia y polvorienta. ¡Al aire libre, siempre expuesta a las miradas indiferentes del público, estaba la alcoba en que había muerto su padre!
Los trenes de artillería, los rosarios de automóviles, rodaban por vías recién abiertas que las lluvias habían convertido en lodazales. El barro era la peor calamidad de esta planicie extremadamente polvorienta en tiempo seco. Dos horas largas pasó Farragat de campamento en campamento antes da llegar á su destino. Su vehículo tuvo que detenerse para dejar paso á interminables desfiles de camiones.
Desde el pretil veíanse rebaños de obscuras ovejas, que al compás perezoso de las esquilas iban en busca del corral, mientras que por la parte de arriba, por la carretera polvorienta, marchaban también en retirada los rebaños del trabajo, gentes de espalda encorvada y blusa vieja, con la cara sudorosa y el saco de herramientas a la espalda. La melancolía del crepúsculo se apoderaba de Juanito.
Montando con rapidez, subió por la arenosa ribera y desapareció en la polvorienta perspectiva del camino de Wingdam como presuroso para alejar de sí una idea ingrata.
El engaño ideado por el hombre, la astuta destreza humana, conseguían manejar fácilmente, como una mercancía, a estas fieras habituadas a la libertad del campo. Llegaban los toros que habían de ser expedidos en el tren galopando por una ancha y polvorienta carretera entre dos alambrados de agudas puntas.
Llegaron a pie tras dos jornadas de marcha, y el propietario, al ver a la tropa polvorienta, con sus líos de capotes, dijo solemnemente: Al que quee mejó le pago er billete pa que güerva a Seviya en ferrocarrí. Dos días pasó el señor del cortijo fumando en el balconcillo de su plaza mientras los chicos de Sevilla lidiaban toretes, siendo muchas veces alcanzados y pateados.
Caminando junto a la carretera polvorienta, sin ver otras caras que las de los carreteros que marchaban perezosamente tras sus vehículos, o las de los guardias de Consumos sentados ante sus garitas, Juanito se encontraba mejor.
Dispénseme usted, amigo D. Evaristo dijo Fortunata apareciendo en la puerta del gabinete, con bata de diario, un delantal muy grande y pañuelo liado a la cabeza . Estoy de limpia». Tras ella se veía una atmósfera polvorienta, turbia y luminosa; el sol entraba por el balcón, de par en par abierto.
Palabra del Dia
Otros Mirando