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Otra mentira que me irrita dijo Isidro a los pocos momentos es la de las persecuciones que la ignorancia de la Iglesia hizo sufrir al Almirante. Yo no tengo nada que ver con la Iglesia, pero reconozco que esta invención es una de las necedades más grandes, si no la mayor, que podemos apuntarnos en nuestra cuenta los que figuramos en el gremio de los impíos.

Transcurre el tiempo, el juez ha sido mudado, y ya puede presentarse de nuevo en su pago sin que se proceda a ulteriores persecuciones; está absuelto. Matar es una desgracia, a menos que el hecho se repita tantas veces, que inspire horror el contacto del asesino.

Vertiz la brecha á que se dirigian; por la cual le llegaron á ocupar é impresionar con el mismo horror. Aunque el establecimiento del Rio Negro estuvo exento de las calamidades que sufrieron los otros, por sus excelentes aguas, abundante caza, y ganado vacuno con que nos socorrieron los indios, no por eso pudo librarse de iguales ó mayores persecuciones.

¿Qué persecuciones ha tenido usted que sufrir? preguntó el P. Fernandez levantando la cabeza; ¿no le he dejado á usted espresarse libremente en mi clase? Y sin embargo, usted es una escepcion que, á ser cierto lo que dice, yo debía corregir, para universalizar en lo posible la regla, ¡para evitar que cunda el mal ejemplo! Isagani se sonrió.

Complícase más la acción con las persecuciones amorosas, que sufre la bella sirvienta, de otros muchos huéspedes de la posada, y, por último, viene el antiguo amante de la pretendida hermana de Florencio, que intenta suplantar á su rival. Lisena se da trazas de hacer creer á todos que les ayudará poderosamente á realizar sus deseos.

Al escapar así de la muerte, volvió al lado de mi madre, encerrándose en la más profunda oscuridad del campo hasta el día que las persecuciones revolucionarias no permitieron a los partidarios del antiguo régimen otro asilo que la prisión o el patíbulo.

¿Qué tenía dentro la fatal manzana del Paraíso, que después de seis mil años de maldición la misma Iglesia comenzaba a venerarla, esforzándose por hacerla olvidar las antiguas persecuciones? ¿Por qué la religión, firme como una roca en medio de los siglos, que había desafiado persecuciones, cismas y guerras, se ablandaba por el miedo ante los descubrimientos de unos cuantos hombres, entrando en la corriente loca que buscaba la causa y la explicación de todas las cosas?

Creen algunos que estas persecuciones contra los judíos se mitigaron en el reinado de Witiza: monarca á quien nos pintan los escritores de su tiempo como un dechado de virtudes, i los de siglos mas cercanos al nuestro como un monstruo de todo linaje de maldades. No es mi propósito alabar ni deprimir la memoria de este rei.

Los hombres admiraban la energía de su carácter, el estoicismo con que hacía frente a las persecuciones y las miserias físicas. Pero esto era sólo en las luchas con los hombres: ante el misterio de la Muerte invencible, cruel, inevitable, toda su energía se derrumbaba.

Estos los frutos que dejaron sembrados los Reyes Católicos con la destruccion de las Biblias hebreas; i con las persecuciones hechas á hombres doctisimos por solo preferir á la Vulgata los testos originales.