United States or Malaysia ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Fue su alto y leal propósito a perderse en la inmensa vorágine de los opuestos intereses del mundo? ¿Cayó como granizo que se derrite al ardor impuro de la tierra, o gota de lluvia que en el mar se confunde sin alterar la muchedumbre de sus olas? ¿Fue hierro candente sumergido en el agua que chasquea y se queja pero al fin se enfría, o se desvaneció como el último eco de la onda sonora que desparrama su vibración en el espacio? ¿Fue, tal vez, como el grano de trigo que el viento orea en la parva y cae en el montón predestinado a la fecunda siembra? ¡Quién sabe!

Las mariposas volaban por todas partes, las moscas zumbaban, el aire estaba impregnado de mil perfumes; en una palabra, el día me pareció tan espléndido que olvidé mi prudencia ordinaria. Tomé mi libro y fui a instalarme en un prado a la sombra de una parva de heno. Se me oprimía el corazón pensando en las palabras de mi tía.

22 Y Noemí respondió a Rut su nuera: Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas; que no que te encuentren en otro campo. 1 Y le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no te tengo de buscar descanso, que te sea bueno? 2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.

Renazcan las antiguas virtudes severas, la mesa parva, la rica devoción, y que la mengua de las vestiduras nos haga llegar mejor a las carnes la saludable franqueza del viento. Había terminado y escupió varias veces. Entraron en la ciudad por la Puerta del Adaja. Las callejuelas estaban llenas de penumbra plomiza y temblorosa.

Sancho iba diciendo entre : ¿Nosotros tortolitas? ¿Nosotros barberos ni estropajos? ¿Nosotros perritas, a quien dicen cita, cita? No me contentan nada estos nombres: a mal viento va esta parva; todo el mal nos viene junto, como al perro los palos, y ¡ojalá parase en ellos lo que amenaza esta aventura tan desventurada!

Mientras, tendidos en el declive de una parva, hablábamos de la patria ausente y contemplábamos la sabana, débilmente iluminada por la claridad de la noche y las cimas caprichosas de las pequeñas montañas que la limitan, llegaban a nuestros oídos ruidos confusos desde el interior de la casa, rumor de duro batallar, gritos de victoria, imprecaciones, himnos.

Sobre que tal poesía es parva, "difícil de exponer", según el ilustrado erudito de allá Don Epifanio de los Santos Cristóbal, y con la antinomia de ser sus cultivadores, tanto o más que los autóctonos, misioneros españoles, en rimas "a lo divino", enderezadas a inyectar la fe de Cristo en los corazones isleños. Los poetas son filipinos, pero los versos castellanos.

Y momentos después, cuando el gaitero y los demás músicos vinieron a reclamar su parva o desayuno, el guiso de intestinos de castrón, hígado y bofes, llamado en el país mataburrillo, ¡cuán digna de su pincel encontraría la escena de rozagante apetito, de expansión del estómago, de carrillos hinchados y tragos de mosto despabilados al vuelo, que allí se representó entre bromas y risotadas!