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No le gustaba usar los nombres vulgares y poco exactos de las enfermedades, y empleaba los técnicos si le apuraban, no por ridícula pedantería, sino por salir con su gusto de no enterar a los profanos de lo que no importa que sepan, y en rigor no pueden saber. Ello fue que Anita creyó que se moría, y padeció aún más que en el tiempo del mayor peligro, cuando empezaron a decirle que estaba mejor.

Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo que fue preso, y confesó y no negó y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que está en la Gloria, pues el Evangelio los llama bienaventurados.

Don Ignacio decía el bueno de Sardiola fue siempre así. Mire usted, del cuerpo dicen que nunca padeció nada.... ¡ni un dolor de muelas! pero asegura el ama Engracia que ya desde la cuna tuvo una a modo de enfermedad... allá del alma o del entendimiento, o ¡qué me yo!

Más le valiera haber muerto de una vez, dijo Ester. , mujer, tienes razón, exclamó el viejo Rogerio haciendo brillar en los ojos todo el fuego infernal de su corazón; más le valiera haber muerto de una vez. Jamás mortal alguno padeció lo que este hombre ha padecido.... Y todo, todo, á la vista de su peor enemigo.

Cobo estuvo implacable: aprovechó todas las ocasiones que se ofrecieron para dirigirle indirectamente una pullita envenenada que causaba el regocijo de las niñas y hacía sonreír discretamente a las personas graves. Nadie en el mundo padeció más hambre y sed de justicia que Ramoncito en aquella ocasión. La llegada de un nuevo personaje puso fin o suspendió por lo menos su tormento.

Fué Berenguer animoso y valiente con los mayores peligros, fuerte en los trabajos, constante en las determinaciones, igualmente conocido por los sucesos prosperos y adversos porque en medio de su felicidad padeció una larga y trabajosa prision y apenas salido de ella, y restituido á los suyos, cuando otra vez la fortuna se le mostraba favorable murió á traicion á manos de sus amigos, en lo mejor de sus esperanzas.

Fundaban su derecho diciendo, que Rocafort habia gobernado el campo como supremo capitan seis años; que cuando tomó á su cargo el gobierno, estaban nuestras partes de todo punto perdidas, y con su industria, y valor lo habia restaurado, y que su nacion en su tiempo se habia hecho la mas poderosa y estimada de todo el Oriente: que seria cosa muy injusta quitarle el gobierno al tiempo de la felicidad, habiéndole tenido en tiempos tan apretados; que muchas veces se deseó la muerte por menor mal del que se esperaba, que el fruto de los trabajos los habia de gozar quien los padeció, antes que los demás por nobles y grandes que fuesen; y que seria un agravio muy notable si le quitaban el puesto en que habia acrecentado su nombre con tan señaladas victoria, y librado su gente de una triste y miserable muerte, que siempre tuvieron por cierta.

La empresa que Godofre hizó á la tierra santa, con ser la mas ilustre de todas las que refieren las historias, en sus principios padeció este daño, por las competencias entre Tancredo y Baldovino, entre Boemundo, y el conde de Tolosa; porque siempre en algunos pudo mas la ambicion que la piedad, principal motivo de aquella empresa.

Pero si agitada estaba el alma de la señora, no lo estaba menos la del bendito héroe del Arco famoso, pues al paso que ganaba terreno en ella la idea de que no parecería jamás el marido de su mujer, se iba apoderando traidoramente de aquel mismo espíritu suyo un sentimiento expansivo, un no qué, una cosa semejante a la alegría.... El pobre señor, cuya rectitud, aún sometida a las mayores pruebas, era siempre grande y firme, padeció muchísimo con esto que llamaba caricia del Demonio, con esta tentación o asomos de pecado grave.

Parecía que iba á competencia con el V. Padre Caballero en ganar almas para Dios y para mismo muchos méritos; y es obligación mía dar aquí por extenso noticias de las heroicas virtudes de entrambos: de las del primero tendré abajo ocasión oportuna; de las del V. P. Lucas la daré en los capítulos siguientes, concluyendo la narración con el felicísimo martirio que padeció el año de 1711.