United States or Vanuatu ? Vote for the TOP Country of the Week !


Eran las buenas y las malas acciones del emperador, que le estaban mirando a la cara. «¿Te acuerdasle decían las malas acciones. «¿Te acuerdasle decían las buenas acciones. «¡Yo no me acuerdo de nada, de nadadecía el emperador: «¡música, música! ¡tráiganme la tambora mandarina, la que hace más ruido, para no oír lo que me dicen mis malas accionesPero las acciones seguían diciendo: «¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas?» «¡Música, músicagritaba el emperador: «¡oh, hermano pájaro de oro, canta, te ruego que cantes! ¡yo te he dado regalos ricos de oro! ¡yo te he colgado al cuello mi chinela de oro! ¡te ruego que cantesPero el pájaro no cantaba.

En efecto, el pájaro vuelve á la jaula, cuando fuera de ella no encuentra alpiste; vuelve á la jaula para no morirse de hambre; pero no vuelve él; vuelve la necesidad que le obliga; vuelve el hambre que siente; no vuelve el hijo; vuelve el hambre. ¿Y qué? ¿Los padres son padres de esa hambre ó de ese hijo?

Las cosas son como son, no como deseamos que sean. ¡Qué más quisiéramos sino que usted pudiera ser tan honrada y pura como el sol! Pero tarde piache, como dijo el pájaro cuando se lo estaban comiendo. De lo que tratamos ahora es de que usted sea lo menos deshonrada posible. Porque me río yo de las virtudes que sólo están en el pico de la lengua. ¿Y el vivir y el comer?

Ahora , decía, que puedo llamarme propiamente la Princesa Venturosa. Este capricho de poseer el pájaro verde no era capricho, era amor. Era, y es un amor, que por oculto y no acostumbrado camino, ha penetrado en mi corazón. No he visto al Príncipe, y creo que es hermoso. No le he hablado, y presumo que es discreto.

Pero el emperador no estaba muerto todavía. Al lado de su cama estaba el pájaro roto. Por una ventana abierta entraba la luz de la luna sobre el pájaro roto, y el emperador mudo y lívido. Sintió el emperador un peso extraño sobre su pecho, y abrió los ojos para ver. Vio a la Muerte, sentada sobre su pecho.

Pues me alegro, porque en cuanto nos vayamos al gabinete le voy a decir a usted unas cosazas gravísimas: lo que usted menos se figura. ¿Viene usted de broma? Ya verá usted cómo las gasto. A Emilia le saltaba el corazón dentro del pecho como pájaro en jaula.

De costumbres muy irregulares, ya discreto como si tuviese que ocultar grandes misterios, inexacto en nuestras reuniones, activo, callejero, era imposible hallarle seguramente en su casa a ninguna hora; aquel pájaro enjaulado a su pesar estaba en todas partes y en ninguna, había encontrado el medio de crear lo imprevisto en la vida de provincia y revoloteaba como si estuviera al aire libre dentro de su prisión.

Al primer campanillazo mi corazón se puso a latir tan fuerte, que me quedé como petrificada en la silla. Eran los Marqueses de Oreve, que notaron en seguida mi turbación. ¿Está usted mala? me preguntaron al mismo tiempo. ¿Elena? preguntó mi padre. Ha estado alegre todo el día como un pájaro de primavera. Nuevo campanillazo y nuevo ahogo.

Habituados a verse, Jaime la saludaba con una sonrisa, y ella parecía contestarle tímidamente con el brillo de sus ojos. Una mañana, al salir de su cuarto, encontró a la inglesita en un rellano de la escalera. Inclinaba su busto de muchacho sobre la barandilla. ¡Liftlift! gritaba con su vocecita de pájaro, avisando al encargado del ascensor para que lo subiese.

¡No, Isabel, no!... Que cuando un partido está en desgracia, su política ha de ser siempre la de barrer para adentro... Por eso la señora me contestó hace poco que la invitaría para la primera comunión de nuestro príncipe en Roma... ¡Figúrense ustedes el compromiso que será para si la señora da ese paso en falso!... ¡Jesús, Jesús, qué disparate!... Pero, Isabel, cabeza de pájaro, ¿por qué no me dijiste eso a solo?...