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Actualizado: 14 de mayo de 2025


Los más ordinarios son ésos dijo el Cojuelo , y los que ruedan más en el mundo. Y ahora me parece prosiguió diciendo que estarán mis amos menos indignados conmigo, pues la prenda que solicitaban por la tienen allá, hasta que vaya estotra mitad, que es el cuerpo, a regalarse en aquellos baños de piedra azufre. ¡Con sus tizones se lo coma ! dijo don Cleofás.

A la mañana siguiente de su vuelta de la antigua capital de Blefuscú se presentó con un nuevo regalo para el coloso. Su amigo el profesor de Física, que apenas si se acordaba ya del accidente maternal de pocos días antes, le había fabricado un aparato para que Gillespie pudiese escuchar considerablemente agrandados los ruidos que resultan ordinarios en la vida de los pigmeos.

Laura era ya tan ducha en conocerlos, que por el sobre distinguía la una de los otros. Los sobres limpios y firmemente escritos eran de felicitaciones; los sobres sucios, ordinarios y con letra desfigurada o de imprenta, de anónimos difamatorios... Para mayor brevedad, todo se rompía o iba al canasto. Adolfo tomaba las cosas con visible y creciente mal humor.

La agricultura, que hace cincuenta anos tenía limitadas sus operaciones á satisfacer las necesidades del consumo local, crece de un modo fabuloso, traspasa sus ordinarios límites, y llega á Europa y América con sus productos, logrando que se los tenga en grande estima.

Araceli, pateando de cólera en su gabinete, se prometía tomar en lo futuro una digna venganza. En cuanto estuviese casada ¡ni uno solo de aquellos hombres ordinarios pondría los pies en la casa ducal!

El llevaba un nombre francés, tenía sangre francesa, y lo que hacían aquellos gringos que las más de las veces le parecían ridículos y ordinarios era digno de agradecimiento. ¡Los subditos del kaiser festejando la gran fecha de la Revolución!... Creyó estar asistiendo á un gran suceso histórico.

En el curso mismo de los negocios ordinarios de la vida, nos acontece necesitar conocimientos de la existencia de una cosa, y de alguno de sus atributos, sin que nos sea preciso tener de ella un conocimiento perfecto.

Hasta los actos más ordinarios y comunes resultan incoherentes cuando se les estudia de cerca. Era inútil, pues, exigir lógica en los sucesos extraordinarios de nuestra vida. La vieja, después de apoyar un dedo en el timbre de la verja, examinó su vestido de seda negra. Databa de los tiempos de su pobre hija.

No faltaban entre los soldados ordinarios algunos, que con secretas pláticas alteraban los ánimos para nuevos movimientos, diciendo: ¿Qué nos importaba haber vencido tantas veces, si se nos quita el premio de las manos? ¿Para esto salimos de nuestra tierra, y del regalo de la patria; para tener por recompensa del peligro de la vida tantas veces aventurada una pequeña paga? ¿Después de ganada una Provincia sacarnos de ella, y darnos por galardon de tantos servicios una nueva y peligrosa guerra?

No eran muchas las personas que vestían de aquella manera en Cádiz, y pensando después en la diferencia que había entre aquellos arreos y los ordinarios de la gente que yo había visto siempre, comprendí que consistía en que éstos vestían a la española, y los amigos de Doña Flora conforme a la moda de Madrid y de París.

Palabra del Dia

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