Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


No hay orquesta ni anfiteatro, y los asientos se hallan en el patio ó parterre, y en unos bancos... Antes era pública la entrada, aunque asistiera á la función el Rey; pero esta costumbre ha sido abolida, y para entrar ahora es preciso ser de un rango elevado, ó desempeñar, por lo menos, algún cargo importante, ó pertenecer á alguna de las tres órdenes militares ... Este teatro es, sin duda, muy bello: todo él está pintado y dorado, y los palcos, como en los nuestros de ópera, tienen celosías, pero desde arriba hasta abajo, de modo que son verdaderos aposentos.

Representáronse «Los esposos descontentos», ópera cómica de Dubuisson y Storace, y «El sordo», comedia en tres actos, de Desforgues; y el público, que había pagado los palcos á dos y tres libras, no cesó de aplaudir á los artistas.

Estaré tan ocupada en divertirme, que no se me ocurrirá ninguna cosa mala. ¡Que gusto ir a todos los teatros, no perder ópera, ni concierto, ni función de drama o comedia, ni estreno, ni nada, Señor, nada! Todo lo he de ver y gozar... Pero crea usted una cosa, y se la digo con el corazón.

Mochi y su protegida habían mudado de posada, lo cual en aquel pueblo sólo era mudar de dolor; pero en el hotel Principal, allá al extremo de la Alameda Vieja, les habían llegado a perder el respeto por las intermitencias en el pago del pupilaje; la Compañía de ópera seria acababa de disolverse por motivos económicos e incompatibilidades de caracteres, y el empresario, la tiple y Minghetti, el barítono, se habían quedado en la ciudad, según unos, porque no tenían por lo pronto contrata ni lugar adonde ir, porque más valieran allá; según otros, porque querían servir de núcleo a una nueva Compañía, para constituir la cual andaba Mochi en tratos.

Era obra del arquitecto de la Opera de París, una construcción recargada, chillona y pueril, toda ella de un tono de manteca tierna, con techos policromos, torrecillas cargadas de balconajes, hornacinas con estatuas innominadas, y muchos frisos de azulejos, muchos mosaicos dorados. En los ángulos había escudetes de cerámica verde imitando á cabujones de esmeralda.

Porque soy rico, porque me divierto, porque tengo un hermoso hotel, un buen monte, magníficos caballos y un proscenio en la Ópera... La verdad es que todo esto es más que suficiente para echar un hombre á galeras... ¡Tengo amigos que querrían verme en ellas! ¿Puede usted pensar lo que estas buenas personas habían dicho de en el momento de la desgracia?

¿Quién se lo ha dicho a usted? repuso vivamente, asiéndome por el cuello. ¡Oh! no nada. Prefiero esto, porque no sobreviviría a semejante golpe. Desde mi partida, desde hace tres meses, ha abandonado la Opera y nadie tiene noticias de ella. ¿Qué le han dicho sus compañeras? ¡Barbaridades!

Pasando por alto las diversas alternativas que sufrió la obra del nuevo teatro y los artífices que en ella tomaron parte y otros detalles de relativa curiosidad, apuntaré que, terminado el edificio, su exorno y el numeroso decorado, se señaló para el día 21 de Diciembre del citado año de 1847 la inauguración del teatro con una compañía de ópera, en que figuraban artistas de los que más fama gozaban entonces en el mundo del arte.

Esto por lo que hace al teatro moralmente considerado: si hablamos de sus salas y orquestas nada bueno podemos apuntar, absolutamente nada; en todo Paris, no hay un gran teatro, ni uno; orquestas, solo pueden oirse las de la Opera, que es magnífica, y las de los Italianos y Opera-Cómica; las demas son orquestas de provincia.

Vivió en Turín, en Roma, en Nápoles, Dios sabe cómo; y ello fue que a España volvió de corista en una compañía de ópera, hablando italiano, con mucho mundo, y persuadido de que su vocación era la música y su fuerte la seducción de mujeres fáciles, y el tentar a todas, fáciles o difíciles.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando