Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Diógenes, muy postrado, con la repugnante cabezota hundida en las almohadas, tendidos ambos brazos sobre la colcha, y arrollando entre las manos las sábanas sin notarlo, comenzaba a sentir de nuevo aquel horrible sopor, aquel letargo siniestro que le había atormentado la noche antes... Adelantóse el fondista unos pasos, dejando la puerta entreabierta, y díjole en voz alta: Señor..., señor... Aquí tiene visita...
Había que caminar levantando la tela del cielo con las manos, como dentro de una carpa de techo muy bajo. ¡Era esto muy incómodo! Mas sucedió lo que debía suceder. Caído el cielo sobre las luces de la ciudad, se incendió cómo estopa y voló en levísimas partículas de ceniza. Yo estaba apresuradísimo por ver a Tucker. Tan rápidamente iba, que caminaba por el aire sin notarlo.
Así es que, si bien notaba, y se sentía lisonjeado al notarlo, que doña Luz hacía de él el más alto aprecio, ni en ella, ni en él, ni en el público, acertaba a descubrir que pudiese esto ofrecer el menor inconveniente.
» Eres una novicia todavía añadió mi madre al notarlo , aunque te juzgas y te juzgan los que no te conocen tanto como yo, llena de malicias y de experiencia. Yo soy vieja ya, y tengo de todo eso mucho más que tú para estas cosas del mundo.
Esta manera de ser, es la que se considera cuando se pregunta qué es el yo, es decir el substratum de la conciencia; pero entonces sin advertirlo se concibe el sujeto absoluto, como teniendo intuicion de este substratum; y así, casi sin notarlo, se tiene á la vista aquello de que se queria prescindir, y se cae en contradiccion.
Y ¿por qué? me han preguntado al notarlo más de un forastero. ¿Por qué vuela el ave?; ¿por qué corre el gamo? les he respondido yo; y ¿por qué se dan los dátiles en Berbería, y las naranjas en Murcia, y el arroz en Valencia?
Después levantó la tapa para que se oyera mejor, abrió con cuidado las puertas y ejecutó todas las maniobras conducentes a producir una sorpresa en la casa; pero todo ello con tal esmero, andando sobre la punta de los pies, hablando en falsete y haciendo tantas y tan graciosas muecas, que Juan al notarlo no pudo menos de reírse exclamando: ¡Siempre el mismo Santiago!
Los viernes ayunaba rigurosamente a pan y agua, haciendo prodigios de habilidad para que su padre no cayese en la cuenta, pues de notarlo tenía por seguro que no se lo consentiría. Traía siempre un medallón al cuello con el retrato de su novio. Un día que éste consiguió hablar un momento a solas con ella, le dijo: Oye, Ricardo; si no te enfadas, te diría una cosa.
Pocos se guardaban, pues, de hablar secretos en su presencia; pero si alguno lo hacía y llegaba a notarlo, le acometían tales ansias y congojas por conocer lo que le ocultaban, que no dormía, ni descansaba un momento; andaba pálida, ojerosa, se hacía grosera, intratable.
Usted no ve estos horrores. ¡Dichosa ceguera la de aquellos cuyos ojos cerró Dios al venir al mundo! Es verdad ... no lo sé ... dijo Paula con una ironía tan marcada, que fué preciso todo el extravío de Lázaro para no notarlo. No lo sé, no entiendo de eso. Soy una tonta devota. Estas últimas palabras, dichas con cierto despecho fueron bastantes á fijar la atención del interlocutor.
Palabra del Dia
Otros Mirando