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Actualizado: 25 de octubre de 2025
Estas consideraciones me muestran con toda evidencia, la alta importancia de la religion; la necesidad que tengo de saber lo que hay de verdad en ella; y que si digo, «sea lo que fuere de la religion, no quiero pensar en ella,» hablo como el mas insensato de los hombres.
Es gran bellaquería suponer esa ley obscura y vaga, y forjarse casos terribles, conflictos espantosos entre los sentimientos naturales y el sencillo cumplimiento de un deber. Esto equivaldría á suponer la necesidad de ser un pozo de ciencia y de sentirse capaz de sobrehumanos esfuerzos para ser persona decente. Ya tú comprendes que esto sería disculpar y dar casi la razón á los tunos.
Razones de este género me han movido a dividir este precipitado trabajo en dos partes: la una, en que trazo el terreno, el paisaje, el teatro sobre que va a representarse la escena; la otra, en que aparece el personaje, con su traje, sus ideas, su sistema de obrar; de manera que la primera está ya revelando a la segunda, sin necesidad de comentarios ni explicaciones.
En buena Lógica el argumento negativo para hacer prueba, entre otras cosas pide, que el sugeto que calló la cosa pudiese y tuviese necesidad de decirla. El Pueblo se gobierna mas por los sentidos que por la razon: los bienes sensibles le atrahen, y los moles sensibles le hacen temer, y le contienen.
El entimema es ciertamente la abreviacion del silogismo; pero en esta abreviacion debemos ver algo mas que un ahorro de palabras; hay un ahorro de conceptos, porque el entendimiento ve intuitivamente lo uno en lo otro sin necesidad de descomposicion.
Rafaela no se lo podía ni se lo quería decir a Madame Duval, por juzgar sobrado sublime su secreto para hacer partícipe de él a tan vulgar personaje. Ni podía ni quería tampoco confesarle al Padre García, por considerar su secreto profano y por no ver en él culpa acompañada de arrepentimiento. Rafaela, no obstante, sentía la necesidad de desahogar con alguien su corazón, hablando de sus penas.
Sentía desde su juventud, imperiosa necesidad de ser galante con las damas, frecuentar su trato y hacerlas objeto de madrigales tan inocentes en la intención, cuanto llenos de picardía y pimienta en el concepto.
Luego leemos los encantos, de que se vale Fátima para obligar á Aurelio á querer á Zara. Preséntase una Furia, y anuncia que sólo la necesidad y la oportunidad podrán quebrantar la firmeza del cristiano. Estos personajes alegóricos se muestran también luego, y procuran, aunque vanamente, convencer á Aurelio.
Pues tenga usted la bondad de que no se le antoje, por de pronto... ¿Se cansa usted con el paso que llevamos? ¡Bah! Es que no hay tiempo que perder si hemos de salir con la vaciante y antes de que salte la brisa. Por eso me he permitido... ¿Quiere usted que corra más todavía? No hay necesidad: ya estamos a dos pasos del muelle. ¿Quién es ese tipejo que se pasea en él?
Al verse tan bien servido por la pluma del secretario, Martínez, cuando no estaba de operaciones, sentía la necesidad de convertir en leyes todas las ideas simples y nuevas para él que hervían en su cerebro. Sandoval, vamos á escribir media docena de decretos decía después de las comidas, como si esto suavizase su digestión.
Palabra del Dia
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