Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de mayo de 2025


Trémulo como el viento, en la laguna triste brillaba el resplandor siniestro de amarillenta luna. Sentado allí en su orilla y a tu lado pulsaba yo el laúd, y en dulce trova tu belleza y mi amor tierno cantaba, y en triste melodía el viento, que en las aguas murmuraba, mi canto y tus suspiros repetía.

¡Han dormido tantas noches sobre ! murmuraba contemplándolas amorosamente . Ese ligero tono de ámbar se lo he dado yo con mi calor. Ya no eran una joya: formaban parte de su organismo. Podían palidecer y morir si pasaban varios días olvidadas en el fondo de la caja.

Ruborizábase por el carácter íntimo del obsequio y murmuraba al oído de su amante: Las medias hacen reñir; es un regalo que trae mala sombra: lo he oído muchas veces. Hay que deshacer el efecto con otro regalo. Y se detuvo ante el puesto de un chamarilero, donde se amontonaban los objetos más diversos. Acababa de ver un tintero de cristal, enorme, con una esfera dorada a guisa de tapón.

Me han robado mi única familia murmuraba con desaliento. Me han quitado el cariño del único ser que me quedaba. Ya no soy para ella la niña de antes; no hay más que ver cómo me mira, cómo se aparta temiendo mi contacto... Y todo por ti, por amarte, por no haber sido cruel. ¡Ay, aquella noche! ¡cómo la he de llorar!... ¡cómo presentía yo estas tristezas!... Rafael estaba aterrado.

Tal vez llegasen a darle por todo ello hasta treinta duros. La Mariposa seguía con atención el apartado que realizaba su nieto, sonriendo al ver que se satisfacía con lo más humilde del tesoro, abandonando las grandes joyas, los objetos brillantes, que la llenaban de orgullo. Haces bien murmuraba . Con eso que te llevas tienes bastante por el momento.

Mu bien... ¡pero que mu bien! murmuraba . Ese güen mozo soy yo... y ese otro también... ¡y toos!... ¡Y aún hay quien dise de !... ¡Mardita sea!... Yo soy el primé hombre der mundo. Don José lo dise, y dise la verdá.

El señor Molina recorría, muy caviloso, las habitaciones de la casa, y al pasar junto a su sobrina, sin atreverse a consolarla, echaba sobre ella una mirada penetrante. ¡Qué desgracia! ¡Qué desgracia! murmuraba hablando consigo mismo, pero con el propósito de que ella, oyéndole, comprendiera que no le engañaba su apacible indiferencia exterior.

Había terminado su confesión la señora arrodillada delante de ella, y doña Cristina ocupaba ya la rejilla, esperando que fuese absuelta la del lado opuesto. Se abrió por fin el ventanillo y Pepita vió por encima de los hombros de su madre una sombra que murmuraba: ¡Hola Cristina! ¡hija mía! ¿A qué obedece esta visita tan extraordinaria?...

Juventud... ¡juventud! murmuraba el viejo con una sonrisa de tolerancia. Y tenía que hacer un esfuerzo, recordar la dignidad de sus años, para no pedir á Argensola que le presentase á las fugitivas, cuya presencia adivinaba en las habitaciones interiores.

Hubo unos instantes de confusión en que nadie se daba cuenta de lo que en realidad había pasado. La Amparo se había puesto terriblemente pálida y aún murmuraba sordamente denuestos. En cuanto León Guzmán averiguó, viendo en sus manos la llave, lo que había pasado quiso arrojarse sobre ella, y lo hubiera hecho faltando a lo que se debe un caballero, si Pepe Castro y Rafael no le hubieran sujetado.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando