United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un espectáculo fantástico, Ojeda... Al principio sólo se siente frío en los pies; luego sube y sube el maldito entre el pantalón y la pierna, y a los pocos momentos cree uno que va calzado con polainas de hielo... ¡Y qué «paisajes se ven en esas profundidades! Evocaba Isidro el recuerdo de los enormes cuartos de buey rojos y amarillos, con la grasa congelada de su goteo formando estalactitas.

Ese maldito sayo negro que les ponen, y el gorro de la cabeza, le habían mudao enteramente. Paecía un alma del otro mundo.

¡Aun ese maldito gitano! dijo el joven del traje andaluz . Señores, he aquí una buena ocasión de probar lo que os decía hace un momento, es decir, que ese condenado es Satanás en persona. Y se levantó gravemente. Vamos, señora, estoy dispuesto a aclarar la cuestión, porque yo he visto el buque de las velas rojas aun no hace dos horas. Lo mismo que yo respondieron a la vez Isabel y Pablo.

Ese maldito asunto está muy presento en mi espíritu. , todo lo que acaba usted de contar es exacto, repuso Tragomer; el pobre Jacobo desempeñó las joyas, pero negó siempre haber vendido las papeletas. Pretendía que el verdadero asesino las había robado y desempeñado las alhajas antes de que el crimen fuese conocido.

Mas entre esta descreida Gente y maldito lugar, No piden para sanar, Mas para quitar la vida. Hoy en poder de sayones He visto al siervo de Dios No solamente entre dos, Pero entre dos mil ladrones. Iba el sacerdote justo, Entre injusta gente puesto, Marchito y humilde el gesto, A morir por Dios con gusto.

Vamos, Juanillo, haz un esfuerzo; llegaremos pronto al puesto... ¿Pero señor, dónde se meten los coches...? Ni uno sólo cruza por aquí... Allá lejos veo uno... ¡gracias a Dios!... ¡Se aleja el maldito!... Aquí está otro... éste ya es mío. A ver cochero... cinco duros si V. nos lleva volando al hotel número diez de la Castellana...

La vieja prorrumpió en lamentos. ¡Lo que ella había dicho! ¡La sangre corrompía; el maldito susto que no había querido salir y ahora, con la muerte, se le esparcía por todo el cuerpo! Y se abalanzaba sobre la agonizante, besándola con una avidez loca, como si la mordiese para volverla a la vida. ¡Se ha muerto, don Fernando! ¿No le ve su mersé? Se ha muerto... Salvatierra hizo callar a la vieja.

Y acostóse en la cama, poniendo por cabecera las calzas y el jubón, y mandóme echar a sus pies, lo cual yo hice; mas ¡maldito el sueño que yo dormí!

El capitalismo: el maldito capitalismo tiene la culpa. El suboficial era socialista. No ocultaba su participación en actos del partido que le habían originado persecuciones y retrasos en su carrera. Pero la Social-Democracia se veía ahora aceptada por el emperador y halagada por los junkers más reaccionarios. Todos eran unos.

»Y el hijo, el hermoso hijo que el amor de Amparo te había dado, privado de la ternura de su madre, murió también... »Y enloqueciste. »Y como Caín el maldito, fuiste separado de tus hermanosSi esto ha sido verdad... ¡Oh Dios mío! tu justicia ha sido severa; severa e implacable.