Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de junio de 2025
Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento. Llegó por fin al rancho, y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa.
Lo tercero, que luego que los referidos Señores presten el juramento, sean reconocidos por depositarios de la autoridad superior del vireinato por todas las corporaciones de esta capital y su vecindario; respetando y obedeciendo todas sus disposiciones, bajo las penas que imponen las leyes á los contraventores: todo hasta la congregacion de la Junta general del vireinato.
Yo soy una pecadora mucho peor que tú, porque he jurado delante de Dios guardar fidelidad á un hombre y he violado este juramento... Soy una mujer despreciable que está deshonrando á su marido... Mira, Pedro, te quiero con toda mi alma.
Todo cuanto se diga en este sentido será contrario a las reglas de la sana crítica, y así nos resolvemos a explicar lógicamente aquel volteo de paredes por la detestable calidad del vino que bebieron poco antes los tres dignos señores. El vino era tal, que si le hubieran tomado juramento habría declarado francamente no haber visto en toda su vida las bodegas jerezanas.
El presidente se encogió de hombros, se inclinó hacia el juez, que se hallaba sentado a su izquierda, y le dijo algunas palabras al oído. El otro le contestó en voz baja: Sí, es extraordinario. No lo entiendo. Escuche usted dijo el presidente, dirigiéndose de nuevo a Karaulova . El tribunal quiere conocer las razones que la hacen negarse a prestar juramento.
Cuenta la historia que Mutileder, en el instante de hacer aquel juramento, estaba tan hermoso que no podía ser más.
Colóquese entonces a la izquierda... ¡Karasev! ¿El patronímico de usted? Andrey Egorich. ¿Quiere usted prestar juramento? Sí. A la izquierda. ¡Blumental! En esto se empleó mucho tiempo; los testigos eran lo menos veinte.
¿Ni iniciación, ni torres, ni orientes?... Nada de eso. ¿Ni vocabulario especial, ni mandiles? Nada, nada. No habrá más que el juramento de someterse intencionalmente a la soberanía de la Nación afirmó Rufete. Aquí es todo corriente. No hay misterios.
Pero mi juramento es nulo, en vista de que acabáis de llegar de Inglaterra y ni sabéis lo que ha hecho vuestra gente por aquí, ni es posible exigiros por ello asomo de responsabilidad. Que yo sea ahorcado es cuestión de poca monta, señor, contestó al punto el barón, si bien el género de muerte es menos noble de lo que yo esperara. No insistáis, barón.
Dice que la forcé, y miente, para el juramento que hago o pienso hacer; y ésta es toda la verdad, sin faltar meaja. Entonces el gobernador le preguntó si traía consigo algún dinero en plata; él dijo que hasta veinte ducados tenía en el seno, en una bolsa de cuero.
Palabra del Dia
Otros Mirando