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Actualizado: 30 de junio de 2025


Los aztecas gobernaron como comerciantes, juntando riquezas y oprimiendo al país; y cuando llegó Cortés con sus españoles, venció a los aztecas con la ayuda de los cien mil guerreros indios que se le fueron uniendo, a su paso por entre los pueblos oprimidos.

¡Ah, señor! ¡Ah, señor!... exclamaba la mujer, juntando las manos, el flaco rostro surcado por ardientes lágrimas. ¡Quiero verla!... ¡Verla una vez más!... ¡Mi patrona... mi buena patrona! ¡Ah, señor, verla!... Era Julia, que en ese momento volvía de la ciudad. Bajita y delgada, algo entrada en años, parecía anonadada por la angustia.

No pretendo valer mucho; pero... procuraré, bajo tan buena dirección, aprender en poco tiempo cuanto sea necesario. Castro Pérez sonrió, y a dos manos, juntando el pulgar y el índice se compuso los anteojos, y luego, dándose palmaditas en el abdómen, echóse atrás y me interrumpió. ¡Nada de lisonjas, joven! Nada merezco de cuanto dicen de .... Hablaba lenta y pausadamente, oyéndose.

La exigencia de los pigmeos resultaba tan cómica, que ahogó en él todo intento de indignación. Pero volvió á fruncir el ceño cuando el profesor le pidió que se despojase de su chaqueta y sus pantalones, conservando únicamente la ropa interior. No me diga que no, gentleman suplicaba Flimnap juntando las manos . Siga mis consejos.

Las sabias formas laberínticas del canon sucedieron a la sencillez soberana, de donde resultó que la hermosa idea se multiplicaba, y que de tantos ejemplares de una misma cosa formábase un bello trenzado de peregrino efecto, por hablar mucho al sentimiento y un poco al raciocinio, juntando los encantos de la mística pura a los retruécanos de la erudición teológica.

Y los dos jóvenes se abrazaron en la entrada de la casucha, juntando sus bocas sin ningún estremecimiento de pasión carnal, manteniéndose largo rato unidos, como si despreciasen el escándalo de las gentes, como si con su amor desafiaran los aspavientos de un mundo viejo que iban a abandonar.

Yo vide en Chuquisaca alborotada La cosa, y el Audiencia despachando A Lima ván correos; resguardada La costa, presto fué gente juntando, El Conde del Villar, de mano armada, Con muchas prevenciones, procurando Guardar al gran Señor su tierra sana, Aunque venga la Reina Luterana.

Me iré a vivir a un pueblo, sin más lujo que una escopeta, ni más amigo que un perro. De pronto soltó a Cristeta, se sentó en una silla, y juntando las manos, comenzó a dar vueltas con los pulgares, como suelen hacer los que están muy aburridos. Cristeta, discurriendo con el sublime egoísmo del amor, pensó: «¡Pobre! ¡Tal vez se quede pobre! ¡Así será más fácilmente mío

Corrió por todo mi cuerpo un estremecimiento de placer, y en los primeros momentos no supe mas que ponerme rojo de alegría y sonreír estúpidamente frente a Paca, quien a su vez soltó la carcajada. ¡Madre mía del Rosío, y cuánto me alegraría que su mersé y mi señorita... ¡Vamo! exclamó juntando con un gesto expresivo los dos índices.

¡Ah, señor! dijo la duquesa, que había dejado el velón, volviendo y juntando las manos ; ¡cuando pienso que un traidor puede llegar hasta aquí impunemente!

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