United States or Zambia ? Vote for the TOP Country of the Week !


De modo que, si el viento no destruye á la Invencible, y si otro soplo de viento no mata la luz de doña Juana de Velasco, Juan... Montiño no existiría.

Ya están ahí esas holgazanas dijo ásperamente doña Dolores . Anda, Lola añadió dirigiéndose a su hija mayor : dile a Juana que las eche del portal, que lo ensuciarán. Mamá... ¡lloviendo tanto! suplicó Lola . ¡Parece no qué decirles que se vayan! ¡Se pondrán como sopas! ¿No oye usted que el cielo se hunde?

Era Juana, que así se llamaba la moza, más que regularmente vana por naturaleza, a la cual debía algunos favores, no muchos en verdad; pero desde los cuatro mil de la herencia, fué cosa de no podérsela aguantar.

¿Pero qué está sucediendo, señor? Sucede que yo estoy hablando mano á mano y á solas con vos. Lo que me honra mucho. Pues bien; que nadie sepa, doña Juana, que habéis sido honrada de este modo... vos no me habéis visto. Crea vuestra majestad, señor... , , creo que después de lo que os he dicho, seréis discreta. Pero estamos pasando lastimosamente el tiempo.

Todo estaba previsto; hasta los menores detalles se llenaban. Súpolo el rey y no lo extrañó, porque conocía la piedad de la duquesa; celebrólo más bien. Súpolo la corte y nadie sospechó, porque no podía sospecharse nada de doña Juana.

Juana, maldiciendo a su vez de todos y de todo, comenzó a lavar con agua fresca la herida de su hija, que, por cierto, era insignificante.

Doña Juana estaba inmóvil: Llorais, padre de mi corazon? le dijo: vuestra hija no puede ya imitaros. Cuando sorprendí á la querida de mi esposo, se me agotaron las lágrimas. ¡Considerad cuál seria mi tristeza!

La semana siguiente dejó Juana el castillo de Candore, triste pero resignada, llevándose con la débil prenda de su amor el recuerdo del pasado y la promesa consoladora del porvenir.

Pienso, pues, que la señora puede estar tranquila. Entonces dijo Juana después de una pausa , ¿usted cree que va a dar muerte al señor de Lerne? ¡Oh, matarle! espero que no... pero indudablemente le herirá o le desarmará, lo que es más probable, sobre todo si la querella no es muy seria.

Adiós. El duque de Osuna notó que doña Juana se quedaba en la reja. Tuvo intenciones de volver. De decirla: soy yo; yo el hombre que os ama; el hombre á quien amáis. Porque el duque de Osuna había llegado á comprender que doña Juana le amaba. Pero había comprendido también que doña Juana tenía fuerza sobrada para contener su amor. Que era capaz de morir antes que deshonrarse.