Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de mayo de 2025


Los mártires del Japón. La mayor corona. Autos sacramentales: El furor del cielo. Al fin se lee: «Fué sacado del segundo traslado que se sacó en Madrid, y éste se sacó en Aranda, á 17 de mayo de 1621Auto de la Santa Inquisición, del año 1629. La adúltera perdonada. Auto de las albricias de Nuestra Señora. Auto del Ave María y del Rosario. La oveja perdida. La privanza del hombre.

Deleitaba á Rosalindo contándole sus andanzas en el Japón, su vida de marinero á bordo de la flota turca y sus expediciones siendo niño á la California, en compañía de su padre, cuando la fiebre del oro arrastraba allá á gentes de todos los países. ¡Lo que podía importarle á un hombre de su temple lanzarse por la Puna de Atacama, hasta dar con la tumba de la difunta Correa!... Cosas más difíciles tenía en su historia, y no iba á ser la primera ni la décima vez que atravesase los Andes, pues lo había hecho hasta en pleno invierno, cuando los senderos quedan borrados por la nieve y ni los animales se atreven á salvar la inmensa barrera cubierta de blanco.

Es claro que el maquinista no me informará sobre el estado de relaciones entre el Japón y los Estados Unidos, en las que, por otra parte, no me intereso, porque no me importa; pero a me complace mucho estar con los tipos que me son simpáticos y de todos los hombres de trabajo ninguno lo es tanto para como el maquinista de ferrocarril. ¡Puede ser!... , Ricardo, lo es.

Wisio, interróguela y la verá llorar al solo recuerdo de los beneficios recibidos de los españoles. Crónicas de Nueva-York, de California y del Japón son buenos testigos á quienes preguntar sobre la caridad española. Las columnas de sus periódicos de cuándo en cuándo, se llenan con la relación de conmovedoras escenas en que la abnegación y el desinterés juegan en primer término.

Mi yate tuvo que fondear fuera del puerto, entre otros buques. Había muchos trasatlánticos: cuatro de los Estados Unidos, uno del Japón, otro de la América del Sur, varios de Australia y Nueva Zelanda, todos con viajeros llegados del otro hemisferio para ver á Spadoni. Después de saludar con veintiún cañonazos á Mónaco, salté á tierra entre los ¡hurras! de los marinos extranjeros.

Por dicha, los doce tomitos o cuadernitos que poseo, aunque impresos y pintados en Tokio, están en lengua inglesa, y son cuentos para niños, a fin de que los niños del Japón aprendan el inglés. Parece que estos cuentos, enteramente populares, están tomados palabra por palabra de boca de las niñeras japonesas; y debe de ser así porque la candidez de la narración lo deja ver a las claras.

Por vida del Padre Eterno, respondió el otro, yo soy marinero, y nacido en Batavia; quatro veces he pisado el crucifixo en quatro viages que tengo hechos al Japon. Pues no vienes mal ahora con tu razon universal. Candido, que la caida de unas piedras habia herido, tendido en el suelo en mitad de la calle, y cubierto de ruinas, clamaba á Panglós: ¡Ay! tráeme un poco de vino y aceyte, que me muero.

La fábrica de Sevres es en porcelana lo que los Gibelinos en tapices. El Japon es muy superior por lo precioso de la materia; pero no por lo hábil del trabajo. Bien, se dirá por alguno: ¿qué significa esa fábrica de Sevres? ¿Qué es? Un horno que funde jarrones, flores y vajillas para los reyes, para los grandes, para los ricos, una fábrica de preseas.

El conde, sonriendo amablemente, dejó de valerse del inglés, y le habló de pronto en español, como si hubiese reservado este golpe final para acabar de captarse su afecto con el más irresistible de los halagos. He vivido en Méjico dijo para explicar su conocimiento de esta lengua . He hecho un largo viaje por las Filipinas cuando vivía en el Japón.

Y condenado por la Iglesia con penas terribles en el otro mundo y por el poder civil con penas atroces para los deudos en éste, el suicidio, que ha sido en el lejano Japón, como lo fue en la antigua Roma, un límite al sufrimiento y por ende a la crueldad humana, desapareció de las costumbres europeas y llegando, entonces, el sufrimiento y la crueldad consecutiva al máximum de su amplitud posible, quedó centuplicado de golpe, por la sola invención complementaria de los instrumentos de tortura, el poder de los déspotas temporales y espirituales sobre el creyente puesto entre la espada y el infierno, y obligado a capitular con todas las bajezas, humillaciones y penalidades antes que afrontar la pavorosa eternidad.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando