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Actualizado: 10 de junio de 2025


Allá en lo alto se oía, interrumpiendo el silencio de la noche, el ruido producido por las banderas del castillo flotando al viento o golpeando sus astas. En una de éstas, ondeaba el estandarte del Duque y sobre él la real insignia, el pabellón de Ruritania. Y nos acostumbramos tan pronto a todo, que me costó algún esfuerzo convencerme de que ya no ondeaba, como hasta entonces, en honor mío.

Maltrana siguió besándola, interrumpiendo sus caricias con ardorosas palabras. Grita lo que quieras... pero no te dejo. He de asesinarte, matarte a besos... Te adoro. Eres la Venus de Milo... La de Milo, no, ¡que barbaridad! no tiene brazos, y los tuyos son muy bonitos.

Y además del sacrificio del bienestar, la oración a todas horas, la visita diaria al templo, la vida de cofradía, las disciplinas en la bóveda de la parroquia, la voz del hermano del Pecado Mortal interrumpiendo el sueño para recordar la cercanía de la muerte; y unidas a esta existencia de continua inquietud, la incertidumbre de la salvación, la amenaza de caer en el infierno por la más leve falta, sin aplacar nunca por completo al Dios torvo y vengativo.

Julio, interrumpiendo sus estudios, viajó por el extranjero, y a su vuelta, retraído completamente, su vida fue un misterio para Muñoz.

Se rezará, no lo dudo dijo don Santiago interrumpiendo a su mujer , y se hará la vida ejemplar que has visto, hijo mío; pero lo hecho, hecho está, y la obra del demonio a la vista queda para escándalo de las gentes honradas, aunque la pecadora se vuelva a Dios cuando ya no sirve para el mundo.

Víctor Hugo es mi dios... dijo de pronto Ojeda interrumpiendo su murmullo poético, como si no pudiese contener más tiempo esta declaración . Y Beethoven también lo es. Ella le miró con ojos suplicantes, implorando una palabra que podía unirlos con un nuevo afecto. ¿Y Wagner?... Fernando vaciló. No tenía la serenidad olímpica, la majestad simple de los divinos.

Y ustedes le echan el anzuelo y lo pescan a él. ¡Tantos a tantos de triunfos! Apelo a su sano criterio y a la recta conciencia de este alto tribunal, para que diga si es esto así o no... Preso dijo el juez, interrumpiéndo de nuevo, ¿tiene usted alguna pregunta que hacer a ese sujeto? ¡No, no! continuó rápidamente el socio de Tennessee. Esta partida me la juego yo solo.

Me sentí herido, y murmuré una disculpa, que no calmó la cólera de don Juan, sino que, por lo contrario, le impacientó, porque, interrumpiendo mis excusas, agregó en tono despreciativo: ¡Bien! ¡Bien! ¡Que no se repita esto!... Me voy al juzgado. Avise usted a las muchachas que no me esperen.... Volveré entre cuatro y cinco. Ahí en mi bufete está un escrito.... ¡Cópiele usted!

De esa escuela de Artes y Oficios, de la que soy el defensor más entusiasta y cuya realizacion habré de saludar como la primera aurora para estas bienaventuradas islas, de esa Escuela de Artes y Oficios se han encargado los frailes... O el perro del hortelano que es lo mismo, añadió Pecson interrumpiendo otra vez el discurso.

Pero nunca se lo quiso decir doña Andrea a Manuelillo, a quien contaban que el padre no escribía porque sufría de reumatismo en las manos, para que no le entrase el miedo por las angustias de la casa, y quisiese venir a socorrerlas, interrumpiendo antes de tiempo sus estudios.

Palabra del Dia

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