Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de julio de 2025


Reyna diciendo que eran insignias reales, por desazer y poner la justa en recaudo, 2 s. El tercer dia de Pascua por desazer los cadahalsos del entremes de los pastores para la fiesta de los Inocentes, 5 s. Por media libra de oro de bacin para los cielos y ruedas de los ángeles, 6 s. Por una piel de oropel para estrellas, 2 s. Tres libras de aigua cuita para pegar nubes y estrellas, 1 s. 6 d.

Dueña del secreto de mi vida, y del secreto de mi corazón, mezclando, con la pérfida habilidad de su sexo, la verdad y la mentira, la señorita Helouin podía fácilmente presentar mi conducta bajo un aspecto sospechoso, volver contra hasta las precauciones y los escrúpulos de mi delicadeza, y presentar mis acciones más inocentes bajo el color de una intriga meditada.

Esta costumbre era tan general y absoluta, que nadie podía esquivar su imperio. La muerte bullía, pues, siempre en el fondo de estas intrigas amorosas; hasta la ofensa más ligera pedía sangrienta expiación, no bastando que sucumbiera el ofensor; la hija, la hermana ó la esposa, por inocentes que fuesen, eran arrastradas también en su caída.

No era lo peor esto, sino que la niña, tan apagada de genio, tan tímida y silenciosa ordinariamente, sólo con él era atrevida y desenfadada, autorizándose bromitas más o menos inocentes, respuestas y gestos bruscos que mostraban bien claro que no le tomaba en serio.

Currita, deseando despertar la emulación en provecho de los pobrecitos heridos, distribuíalos de esta suerte, y era verdaderamente un encanto, que arrasaba en lágrimas los ojos, ver aquellas tiernas parejas de inocentes doncellitas de quince a veinte años, y castos mancebitos de veinte, treinta y hasta cuarenta, sacando hilas del mismo trapito, sosteniendo por lo bajo pláticas caritativas que les animaban a la santa obra, todo, por supuesto, bajo la inspección de la angelical condesa de Albornoz, que iba de un lado a otro distribuyendo las parejas, repartiendo los trapitos, recogiendo en bandejas de plata, ayudada de sus micos, la obra ya hecha; animando a los perezosos con una sonrisa, enfervorizando a los tibios con una palabra, prendiendo por todas partes el fuego de caridad que la abrasaba a ella misma.

He dejado Salzburgo para reanimar mi corazón en aquel hogar de inocentes voluptuosidades, y en lugar de los consuelos que yo esperaba, todo lo que he visto no ha servido más que para redoblar mi disgusto. ¡Placeres más penosamente comprados que los que tienen tales recuerdos! ¡la dicha pasada puede, pues, ser un tormento de más!...

Cuando se trocaban los papeles, cuando ella era la perseguidora y a me correspondía el ser cogido, se duplicaban las inocentes y puras delicias de aquel juego sublime, y el paraje más obscuro y feo, donde yo, encogido y palpitante, esperaba la impresión de sus brazos ansiosos de estrecharme, era para un verdadero paraíso.

Las Filomenas ocuparon su sitio detrás de las monjas, unas y otras con los velos por la cabeza. Las Josefinas permanecían en la habitación que hacía de coro. Belén y las damas cantoras entonaban inocentes romanzas, mientras duró el Manifiesto, en las cuales se decía que tenían el pecho ardiendo en llamas de amor y otras candideces por el estilo.

Volvió a la calle porque la voz se le mudaba, que era para el caso como perderla; y con la edad de comenzar las pasiones a abrir sus yemas, coincidió la mayor pobreza de su vida, por lo que no fue extraño, o a él no se lo pareció, que por aquellos días sus expedientes para procurarse el sustento y lo demás que necesita un mozo suelto y sin escrúpulos, fuesen del todo incompatibles con los rigores de la ley civil y criminal; sin que esto quisiera decir que llegase a robar, al menos con violencia; sino que, recordando tradiciones familiares, inventó industrias alegres y vistosas, como juegos de feria, con moderada trampa, inocentes chascos, justo castigo de tontos avarientos y confiados necios, en que el provecho que a él, a Mingo, le quedaba entre las uñas, era apenas la necesaria retribución de su trabajo, que hubiera sido exigua cotejada con el riesgo y con el primor y gracia de las trazas inventadas.

Cuando estos ímpetus crueles la cogían, quedábale siempre una eterna compasión por las inocentes víctimas de las iras de la impiedad, y un vago deseo de contribuir con su sangre al reinado de Jesús y María sobre todas las potestades de la tierra.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando