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Actualizado: 13 de junio de 2025
Mejor fuera, sin duda; pero no quedara yo vengada, ni la honra de mi marido satisfecha, si tan a manos lavadas y tan a paso llano se volviera a salir de donde sus malos pensamientos le entraron.
Les dió dinero á esas mujeres continuó doña Rosalía porque ellas están muy pobres: no ganan nada. Como lo hacen tan mal ... No cosen más que al teniente cura de San Martín. Es preciso tomar una determinación, Paz; una determinación pronta dijo Salomé volviendo en sí. Porque si no, la honra de la casa está comprometida.
No nos fatiga el temor de perder la honra, ni nos desvela la ambición de acrecentarla, ni sustentamos bandos, ni madrugamos a dar memoriales, ni a acompañar magnates, ni a solicitar favores.
Para esto era preciso echar a rodar todo lo demás, romper aquel hilo que ella tenía en la mano y del que estaban colgadas la honra, la tranquilidad, tal vez la vida de varias personas. Al pensar esto Petra se encogió de hombros.
4 [Aquel] a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen al SE
Al decir esto se sentó, y tomando pluma y papel trazó con agitación y disfrazando la letra la siguiente carta: Excmo. Sr. Conde de Trevia. Si mañana sales á cazar con tu señora, abre mucho los ojos y quizás podrás ver á quien te roba la honra. Después de cerrarla y escribir el sobre llamó á la criada. ¿Se ha acostado ya tu hermano? No, señorito. Pues hazme el favor de decirle que suba.
Veíale surgir grande, potente, dispuesto a perecer en la demanda, a recabar con sangre de sus venas su libertad y su honra conculcadas. Y fué obra tuya, tuya solamente; que, sin tí, aún no viera nuestra patria roto el dogal que le estrujaba el cuello y en sus cielos brillando la alborada. ¡Ah! Mucho hiciste.
Apartando de mi espíritu toda prevención apasionada, no considerando el asunto ni como católico, ni como sectario de ninguna otra doctrina religiosa, aceptando por un momento la más completa indiferencia en punto á religión, hablando y decidiendo en virtud de un criterio librepensador y racionalista, yo, lejos de condenar la Compañía de Jesús, me siento irresistiblemente inclinado á glorificarla y á dar por seguro que honra en extremo á España que entre nosotros naciese su fundador, cuya obra pasmosa me parece que importó muchísimo en la historía del linaje humano, haciendo de Ignacio de Loyola, no sólo el digno rival de Lulero, sino el personaje que se le sobrepone y le eclipsa.
«La comision tiene la honra de proponer á la Academia: «1° De expresar al señor de Orbigny su alta satisfaccion por el número y la importancia de los materiales y de las observaciones que ha traido de su viage; «2° De declarar que seria utilísimo para la ciencia el que los resultados de este viage se publicasen;
9 Y [ella] dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá el SE
Palabra del Dia
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