Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
3 Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu hermosura. 6 Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino. 10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; 12 Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.
Aproximándose la hora del desayuno, dispusímonos á volver á casa, mas antes quiso mi tío darse una vuelta por la iglesia, por si sus hijas habían vestido ya al santo.
No exceptúo de esta regla ni á las mujeres de los más acérrimos republicanos federales, ni á las hermanas de los cuitados que en cierto pueblo de la costa repartieron hace algún tiempo Biblias protestantes, ni á las hijas de Constituyentes que en 1869 votaron la Libertad de cultos, ni á las madres de ninguno de ellos..... ¡Todas, todas las Granadinas son eminentemente católicas!
En tomando asiento los indios, que todos dan la cara a la plaza, vienen las mujeres e hijas de los convidados, cada una con un plato de barro grande; llega y lo pone debajo de la mesa, a los pies del padre o marido, y se retira un poco, manteniéndose en pie, frente de su marido, todo el tiempo que dura la comida, la que van sirviendo algunos indios, que traen a cada convidado un plato de buen porte colmado de comida, del que come un poco o hace que come, y luego lo desocupa en el plato que tiene a sus pies; da el plato vacío, y se lo vuelven a traer lleno de otra cosa o de la misma, y hace lo mismo que con el primero; y así continúan hasta que concluyen.
Siempre que pensaba en el porvenir de sus hijas se ponía triste; y sentía como remordimientos de haber dado a su marido una familia que era un problema económico. Cuando hablaba de esto con su cuñada Barbarita, lamentábase de parir hembras como de una responsabilidad.
Nada de ello impide que yo reconozca las ventajas que tienen otros caminos sobre este camino mío: bien a la vista está que no cabe punto de comparación entre una madre como yo y otra madre de esas que pueden hablar delante de un matrimonio honrado, sin sonrojarse, de los secretos de su hogar, y ofrecerse a sus propias hijas por modelo de conducta.
Con los hijos de Dupont llegaba Luisito, huérfano de un hermano de don Pablo, cuya cuantiosa fortuna cuidaba éste; y las hijas del marqués de San Dionisio, dos niñas revoltosas de ojos cándidos y boca insolente, que se peleaban con los muchachos y los hacían correr a pedradas, revelando en sus audacias el carácter de su famoso padre.
Una de ellas era la de un magistrado andaluz, que tenía dos hijas como dos acuarelas de pandereta; el padre era unas castañuelas de la sala de lo civil, y sus retoños, sin madre, se pasaban la vida, inocentes en el fondo, jaleando la alegría de su papá. Se aburrían mucho en aquel pueblo sucio, frío, húmedo, y vieron el cielo abierto con la amistad de Emma y compañía.
¡Qué bien sabe hacer que se mueva la gente! se decía el anciano ; ¡je, je, je!; es un húsar, un ama de casa; no hubiera podido sospecharlo, ¡tan pronto! Por fin, al cabo de cinco minutos, luego de haberlo visto todo, Hullin se decidió a entrar, diciendo: ¡Valor, hijas mías!
Es que no sólo Obdulia es la que tolera... lo que yo no quiero tolerar. Las mismas Emma, Pilar y Lola consienten confianzas.... ¡No me toques a las hijas del marqués! gritó la tía, poniéndose en pie y dejando caer el Werther sobre la raída alfombra.
Palabra del Dia
Otros Mirando