Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
I como prueba i grande de que era voz i fama pública que al establecer los Reyes Católicos la Inquisicion, no llevaban por objeto el acrecentamiento de la fe, sino reparar con las confiscaciones de los bienes de herejes, lo exhausto del erario, voi á copiar un trozo del breve que el mismo Sisto IV espidió en 23 de Enero de 1483 en respuesta á una carta de la reina Isabel, en donde pedia esta señora que en Roma proveyesen la forma i modo de poner en órden i concierto la Inquisicion para que fuesen mas i mejores los frutos que se cogiesen de la ereccion de este tribunal.
El otro día, tres soldados de la Academia, que vinieron con unos «parditos» a ver los gigantones, armaron un escándalo porque no les dejaban entrar por un perro gordo. ¡Como si pidiésemos limosna...! Se van muchos echando pestes contra la iglesia, lo mismo que si fuesen herejes, y en la escalera pintan con carbón cosas abominables o escriben palabras obscenas. ¡Qué tiempos!, ¿eh, Gabriel?
Por mi hábito te prometo que nadie ha de saber el mal conocimiento que tengo contigo. Desembucha, que ya es tarde y hace frío, y no es justo que me hagas ayudarte tanto á ganar un doblón de á cuatro; y el tal doblón es de los buenos del emperador, que anduvieron escondidos por no tratar con herejes. Y Quevedo sonó otra vez su bolsillo. El cuento es muy corto.
I no satisfecha la codicia de los Inquisidores i del rei Fernando con tanto número de confiscaciones hechas en las haciendas de los herejes, discurrieron otro arbitrio para aumentarlas, i fué disponer que contra ciertos judíos conversos i mui ricos, los cuales habian para su bien pasado á mejor vida, se instruyese proceso, i como era natural, de él resultaban culpados; de aquí nació acrecentarse el real erario, i cobrar mas aficion los inquisidores á hacer semejantes presas.
Según cuenta Barrionuevo en sus Memorias, frailes armados hasta los dientes arrebataban a la justicia del rey, en pleno día y en medio de la plaza Mayor de Madrid, al pie de la horca, a uno de los suyos sentenciado por asesinato. La Inquisición no satisfecha con achicharrar herejes, juzgaba y castigaba... a los contrabandistas de ganado.
Los nuestros, pues, á quienes la sotana de la Compañía hacía dignos de peor tratamiento en el juicio de los herejes, fueron de ellos muy maltratados, quitándoles á todos su ropa y lo demás, y echándolos en el lugar peor y más desacomodado de las naves, con sólo el mantenimiento preciso para no morir.
Y habiendo sido tan ricos, Gabriel, hoy nos vemos en la miseria, y yo, hijo mío, un sacerdote del Señor, tengo que ir de un lado a otro con estas papeletas para que vivamos todos, como si fuese un revendedor de entradas de toros, como si la casa de Dios fuera un teatro, teniendo que aguantar a extranjeros herejes que entran sin santiguarse, mirándolo todo con gemelos. ¡Y yo debo sonreírles, porque pagan y nos proporcionan los postres para el triste cocido! ¡Ca...rape! ¡Jesús me valga!
En la ciudad de los Reyes dominaba un verdadero pánico; y las iglesias no sólo se hallaban invadidas por débiles mujeres, sino por hombres que, lejos de pensar en defender como bravos sus hogares, invocaban la protección divina contra los herejes holandeses.
-No hacen -respondió el barbero-, que también sé yo llevallos al corral o a la chimenea; que en verdad que hay muy buen fuego en ella. -Luego, ¿quiere vuestra merced quemar más libros? -dijo el ventero. -No más -dijo el cura- que estos dos: el de Don Cirongilio y el de Felixmarte. -Pues, ¿por ventura -dijo el ventero- mis libros son herejes o flemáticos, que los quiere quemar?
Decía así en la primera: «Este santo tribunal de la Inquisición contra la perversidad de los herejes en los reinos de España tuvo principio en Sevilla en 1481, ocupando la silla apostólica Sixto IV, quien la concedió á instancia de Fernando V é Isabel, que reinaban en dichos reinos. Fué el primer inquisidor general Fr.
Palabra del Dia
Otros Mirando