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Verdad es que no es Saturno mas grande que novecientas veces la tierra, y los habitadores del pais son enanos de unas dos mil varas, con corta diferencia, de estatura.

Así parece se deduce de los propios hechos, y lo persuaden todas sus circunstancias. De algunos años á esta parte se reconocian en esta misma América muchos de aquellos vicios y desórdenes que son capaces de acarrear la mas grande revolucion á un estado, pues ya no se hallaba entre sus habitadores otra union que la de los bandos y partidos.

A éstos se juntaron gran número de hombres perdidos, italianos, españoles, holandeses y la hez de todas las naciones, que para librarse de las penas merecidas por sus delitos, ó para vivir dando rienda á todo género de vicios y deshonestidades, y también corrompido de las feas y malignas impresiones de los herejes modernos, acrecentar el número y el orgullo de los habitadores y moradores de San Pablo.

Isidoro, obispo de Badajoz, llamado por esta causa el Pacense, loando las virtudes i los hechos notables de semejante monarca, dice que despues de la muerte de su padre Ejica, no bien comenzó á regir á los habitadores de España, sin sujecion á persona alguna, hizo público un olvido general de los delitos de que habian sido acusados en el anterior reinado varios magnates, i tras de restituirles sus bienes injustamente confiscados, les concedió permiso, no solo para volver á la Península, sino tambien para residir en su córte, i hasta en palacio cerca de su persona.

Gigantesca siempre, variada al principio, encantaba donde quiera, presentando las mas hermosas vistas sobre los altos peñascos de la orilla, ó en los pabellones de lujosa verdura que venian á extender sus flotantes encajes de parásitas y enredaderas sobre la playa misma, á donde sale á calentarse, en lechos de arena calcinada, el temible y monstruoso caiman, terror de los habitadores de las ondas.

Pero si en el exterior ni en la entrada no se encontraba cosa alguna que revelase el altísimo origen de sus habitadores, en el interior, por el contrario, había mil objetos que inspiraban á la vez curiosidad y respeto. Estos muebles ocupaban las dos terceras partes de la casa y casi todo el piso segundo, que también era de ellas.

13 Considerad bien su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera. 1 Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo. Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitadores todos del mundo: 2 Así los hijos de los hombres como los hijos de los varones; el rico y el pobre juntamente. 3 Mi boca hablará sabiduría; y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

Con silencio grande estuve escuchando lo que mi amigo me decía, y de tal manera se imprimieron en sus razones que, sin ponerlas en disputa, las aprobé por buenas y de ellas mismas quise hacer este prólogo; en el cual verás, lector suave, la discreción de mi amigo, la buena ventura mía en hallar en tiempo tan necesitado tal consejero, y el alivio tuyo en hallar tan sincera y tan sin revueltas la historia del famoso don Quijote de la Mancha, de quien hay opinión, por todos los habitadores del distrito del campo de Montiel, que fue el más casto enamorado y el más valiente caballero que de muchos años a esta parte se vio en aquellos contornos.

Tambien tiene esta ciudad, por la parte del sur hasta el oriente, dilatadas campañas, donde tienen los vecinos y habitadores sus estancias de ganados mayores y menores, que son muchísimos; y heredades para su recreo, con mucha abundancia de todo género de granos y hortaliza: adornadas dichas heredades, con sus alamedas de diferentes árboles frutales, que cada una de ellas es un paraiso.

Era indudable que yo había llegado a querer de veras a mi tío: a la vista estaba lo que me dolía la gravedad de su estado y el peligro en que se hallaba de quedársenos entre las manos a la hora menos pensada; y, sin embargo, la perspectiva de aquella serie de días de cama, impuesta por el médico al enfermo, con la sujeción a que me obligaba esta medida, en el menguado y tétrico recinto de aquella alcoba, y la tenaz y espesa nevada que tenía el cielo en tinieblas, la tierra sin suelo en que pisar y encarcelados a sus habitadores, me preocupaba y me dolía ¡a qué negarlo! mucho más.