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Actualizado: 10 de mayo de 2025
Durante años había contemplado las instituciones humanas, y todo lo establecido por la religión ó las leyes, desde un punto de vista que le era peculiar; criticándolo todo con tan poca reverencia como la que experimentaría el indio de las selvas por la toga judicial, la picota, el cadalso, ó la iglesia. Tanto su destino como los acontecimientos de su vida habían tendido á hacer libre su espíritu.
Habiéndole ofrecido compartir con ella una gran fortuna, ¿podía no llevarle más que una baja medianía? Seguramente, no dudaba que era amado por sí mismo, y acaso la noble joven experimentaría más gozo que tristeza al darle esta prueba de amor y de desinterés; pero él, un caballero, ¿debía aceptar? Por otra parte, jamás la de Candore, cuyos designios había penetrado, aprobaría semejante locura.
La alegría de las recientes noticias volvió escéptico a Febrer. «Nadie se muere de amor.» Le costaría un gran esfuerzo abandonar aquella tierra al día siguiente; experimentaría honda tristeza al perder de vista la blancura africana de Can Mallorquí.
Formaba un mundo aparte dentro del mundo. Podía aislarse del resto del planeta, sin que su vida sufriese. En cambio, el mundo experimentaría una sensación de vacío si la gran República le volvía la espalda. Sus ciudadanos en armas iban á retirarse sin jactancia y sin ruido, lo mismo que habían llegado, y sin que ella pidiese nada por su esfuerzo.
Si alguien hubiera podido ver en aquel momento de éxtasis al viejo Rogerio Chillingworth, no tendría que preguntarse cómo se comporta Satanás cuando logra que se pierda un alma preciosa para el cielo y la gana para el infierno. Pero lo que distinguía el éxtasis del médico del que experimentaría Satanás, era la expresión de asombro que lo acompañaba.
Por otra parte, ¡qué sentimiento tan vivo experimentaría la pobre Maximina! En cuanto a la generala, hacía ya días que había formado propósito irrevocable de romper con ella, si bien esperaba verse lejos para llevarlo a cabo; no le acomodaba hacerlo en una entrevista por no escuchar sus quejas de codorniz romántica.
Temía la posible extrañeza de otro hombre y deseaba evitarla. Este hombre la había conocido siempre vestida de muchacho, tratándola á causa de ello con una confianza amistosa. ¡Quién sabe si al verla con faldas, lo mismo que una señorita, experimentaría cierta timidez, mostrándose ceremonioso y evitando finalmente nuevos encuentros con ella!...
Supo encontrar la villa Dandolo y cayó en medio de la familia extrañada, sin más emoción que la que experimentaría al salir de su habitación. Germana le saltó al cuello y le colmó de ternezas; él se dejaba acariciar como un perro que juega con un niño. ¡Qué bueno es usted! le dijo . Ha sabido que yo estaba en peligro y ha corrido a verme. ¡Toma!
Uno, acostumbrado a trabajar entre magnificencias en los palacios de París y de Bruselas, ataviado con el lujo de un gran señor; otro, hecho a vivir modestamente en aposentos secundarios del Alcázar viejo, con pisos de ladrillo polvoriento y puertas de cuarterones, como la habitación de Las Meninas: el español obsequioso, el extranjero agradecido; éste por su posición y aquél por su índole, ambos por su genio, libres de celos y de envidias; uno harto de saber, otro ansioso de saber más; el flamenco conocedor de extrañas tierras, el andaluz apenas salido de la suya: cultura diferente, temperamentos contrarios, inteligencias organizadas para percibir la belleza por vario modo, reflejándola con diverso estilo, y todo ello fundido y sublimado por el amor al arte y el culto de la Naturaleza: ¡qué enseñanza para el mozo en lo que oyese al viejo, y éste qué impresión experimentaría ante las obras de un principiante de tan soberanas facultades!
Actualmente sólo funciona un teatro en San Sebastián. No hay espectáculos. No hay baile. No hay restaurants nocturnos... ni apenas diurnos. Juan Jacobo Rousseau experimentaría un serio disgusto al ver que el Casino va venciendo. Anatole France, en cambio, para quien la civilización es una lucha constante del hombre contra la Naturaleza, sonreiría encantado.
Palabra del Dia
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