Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de junio de 2025


Vamos cada vez peor... ¡Lo que verá toda esa gente menuda cuando sean hombres! Ya se sabía que esto era el exordio de su historia. ¡Si usted nos hubiera visto á los de la partida del Flaire! el pastor nunca pudo decir fraile . Aquéllos eran españoles; ahora sólo hay guapos en casa de Copa.

Mi triste exordio fue saludado por unos cuantos aplausos, que más se dirigían al difunto que a su panegirista.

¿Acaso tenía ella la culpa de que Villamelón fuese un Juan Lanas?... ¿Iba a dejar ella que un periodistilla cualquiera se riese de su aislamiento?... ¿Sería capaz de abandonarla en aquel trance, él, su único amigo, el hombre en que había puesto su amistad y su confianza?... Y, por otra parte, la suerte de ambos estaba ligada y érales necesario, desde luego, hablar gordo a aquella gentuza: a ella, para que entendiesen de una vez para siempre que sabía hacerse respetar; a él, porque era muy joven, comenzaba su carrera en el mundo, y ningún paso más acertado, ningún exordio más oportuno que poner el pie en esta senda erizada de peligros, descalabrando a un periodista; que no en balde se ha dicho: En aquesta salvaje y fiera liza, Lleva más razón quien más atiza.

La Fontana, por desgracia en aquella ocasión, era enemiga declarada de la retórica, y más enemiga aún de las frases hechas, de los lugares comunes y de esos preámbulos oficiosos, neciamente corteses y en extremo fastidiosos de la oratoria académica. El exordio fué largo: otra desventura. Algunas voces dijeron: "Al grano, al grano."

A pesar de no ser la baronesa persona que con facilidad se desconcertase, esta vez quedó descorazonada al oír semejante exordio, y fue casi balbuceando que respondió a Beatriz: Pero, ¡es posible!... , pude decir algo de lo que me indicas... pero con ciertas reservas... Es cierto, señora, estableció usted ciertas reservas.

Y cada vez que abría la boca para hablar en su idioma, ya sabían las señoras cuál iba a ser el exordio: «dice il poeta Virgilio...». Y lo que decía il poeta era una historia leída por el obispo meses antes en cualquier periódico católico. Otra relación de cordialidad se establecía diariamente entre los diversos grupos.

Y ahora que hablamos de semejantes ciudades, bueno será que, para concluir, busquemos en su seno cierto interesantísimo tipo que desde el exordio os tengo anunciado. Aludo á la emparedada, último ejemplar de esta galería. Todos ellos representan por igual la aristocracia del vecindario.

El exordio fue breve, y luego, sin cuidarse mucho de reglas ni preceptos, entró de lleno a narrar, para comentarlo, el episodio en que Cristo dijo: Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Su lenguaje era siempre llano: cuando quería elevarse le faltaban palabras, y al buscar naturalidad, caía en lo vulgar y tosco.

Después de este triunfo preliminar, Golbasto se lanzó á la declamación de la poesía de su amigo y protector. El canto á la revolución triunfante de las mujeres empezaba con un exordio, en el que el poeta rogaba al sol que acelerase su salida de entre las espumas oceánicas para no llegar con retraso y poder presenciar el suceso más grande de la Historia.

¿Qué pasa? dijo el gitano a quien este insultante exordio había sacado de su éxtasis. ¡Pues bien! ¡tres veces maldito! yo te conjuro en nombre del superior del convento de San Francisco que es mi dueño y el tuyo... El mío, no, fraile. Mi dueño y el tuyo continuó ; te conjuro a desplegar las velas y a tomar el portante.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando