Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de mayo de 2025


Fernando celebraba su encuentro con Mina, como si ésta le trajese la felicidad. Estrechó entre sus dos manos la diestra que le tendía la alemana, y ella, con cierta emoción por las efusivas palabras, volvía sus ojos a todos lados, extrañándose de verle solo, creyendo que iba a aparecer repentinamente la esbelta silueta y el cigarrillo encendido de la norteamericana.

En este momento se abrió una puerta y un lacayo, dominando apenas el rumor de las conversaciones, pronunció estas tres palabras. Miss Jenny Hawkins. En la puerta apareció la cantante, alta, esbelta, orgullosa, un poco pálida, pero con la sonrisa en los labios. Estaba vestida con un traje de damasco blanco adornado de encajes de oro.

Ni rastros quedaban en ella de la hija mayor de don Aquiles, de aquella muchacha esbelta, más graciosa que bonita, soberbia heroína de un drama de amor.

Si dijese: «Por tan solo vivo! «Esbelta ninfa, la del talle airosoTal vez volviendo tu semblante hermoso Me contestáras con acento esquivo. Si dijese: «Feliz el que adores, «Graciosa niña, de amorosa bocaAbriendo el labio que al amor provoca Me llenarias de ásperos rigores.

Erguida, esbelta, con su largo velo de tul, con la corona de azahares en los cabellos, para ella nimbo de pureza, para Juan corona de espinas... la veía así a la bien amada, deslumbrante de belleza, y, sin embargo... cuando buscaba en el rostro del querido fantasma la sonrisa del triunfo, sólo encontraba un rostro de mármol.

Es un primor por su hermosura, discreción, candor y buena crianza. Imposible parece que un tío tan ordinario y tan gordinflón como D. Gregorio, haya tenido una hija tan esbelta, tan distinguida y tan guapa. La tuvo D. Gregorio de su primera mujer.

Gallardo sonreía modestamente, bajando los ojos, pero al mismo tiempo contoneaba su esbelta persona, como si no considerase difícil ni extraordinaria la hipótesis de su apoderado. Pero no hay que hacerse ilusiones, Juanillo continuó éste . Doña Sol quiere ver de cerca a un torero, con el mismo interés que toma las lecciones del maestro Luchuzo.

Su andar airoso y reposado, su esbelta estatura, lo terso y despejado de su frente, la suave y pura luz de sus miradas, todo se concierta en un ritmo adecuado, todo se une en perfecta armonía, donde no se descubre nota que disuene. ¡Cuánto me pesa de haber venido por aquí y de permanecer aquí tan largo tiempo!

Mansard fué el arquitecto de Versalles, uno de los mayores héroes que contribuyeron á la grandeza y á la gloria de Luis XIV. Sin embargo, creo que más que el alcázar de Versalles, vale la cúpula de los Inválidos. Creo que Mansard es más grande, mucho más grande, en esa cúpula que en aquel alcázar. Cuando aparto los ojos de esa media naranja, siento pesar. Es esbelta, atrevida, grandiosa.

Entonces nuestro héroe pudo contemplar una figura más alta que baja, esbelta y airosa, un pecho subido y pronunciado que, digámoslo en menoscabo de su pureza, no fue lo que menos impresión le causó desde el principio. Al llegar al Ofertorio, el cura se dispuso a predicar a sus feligreses.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando