Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de junio de 2025


Amparo le miró con ojos donde se reflejaba la duda. ¡F....! ¡me han robado la cartera! volvió a exclamar con más energía . ¡Me han robado diez mil y pico de duros! ¡Vaya, vaya, qué guasoncillo está el tiempo! dijo Amparo ya enojada otra vez. No tuvo penetración para distinguir el susto verdadero del fingido.

Bueno: pues si es verdad que ya no estás enojada conmigo, ¿qué te hice yo para que te pusieras enojada? si es verdad que ya no estas enojada, ponte hoy mis camelias. ¡Yo, camelias! , mis camelias. Mira, aquí están; yo misma te las llevo a tu cuarto. ¿Quieres?

Es tan cara dijo el mercader que acaso no quieras o no puedas pagarla; pero si tienes buena voluntad, la tela te saldrá baratísima. Acaba. Di lo que me costará la tela. Pues un beso de tu boca replicó el mercader. Enojada la dama de aquella irrespetuosa osadía, se cubrió el rostro, volvió las espaldas a Abu Hafáz y salió del bazar seguida de su sierva.

Bien dijo Aviraneta . Nos veremos luego. ¿Y la Pimentosa cómo está? Agria. ¿Qué es eso? Enojada, porque le pica la despensa. ¿Qué quieres decir? ¿Qué despensa es esa? El estómago. Es verdad que padece mi señora males de estómago.... Aguarda, que me voy contigo.

Lo que yo hago ahora, lo que la tiene a usted tan enojada es, según voy viendo, una acción noble, y mi conciencia me la aprueba, y estoy satisfecho de ella como si tuviera a Dios dentro de diciéndome: bien, bien... Porque usted no me puede hacer creer que estamos en el mundo sólo para comer, dormir, digerir la comida y pasearnos. No; estamos para otra cosa.

Con cierta tranquilidad, y más risueña que enojada, la fundadora dijo a sus amigas: «¡Cuidado que pasan unas cosas...! Yo venía a que me dierais los ladrillos y el cascote que os sobran, y mirad qué pronto me he salido con la mía... Nada, ponedla ahora mismo en la calle, y que se vaya a los quintos infiernos, que es donde debe estar». «Ahora mismo. D. León, no la maltrate usted» dijo la Superiora.

La tierra va echando capas conforme van pasando siglos: la tierra es como un pastel de hojaldres, que tiene muchas capas una sobre otra, capas de piedra dura, y a veces viene de adentro, de lo hondo del mundo, una masa de roca que rompe las capas acostadas, y sale al aire libre, y se queda por encima de la tierra, como un gigante regañón, o como una fiera enojada, echando por el cráter humo y fuego: así se hacen los montes y los volcanes.

Aquél y Emilio cambiaron una mirada maliciosa. Irenita, la joven casada, se ruborizó. Te están haciendo vieja, Pepa. Acuérdate que eres abuela respondió la señora de Calderón. ¡Qué abuela tan rica! exclamó por lo bajo Cobo, aunque con la intención de que lo oyese la interesada. Esta le echó una mirada entre risueña y enojada, demostrando que había oído y lo agradecía en el fondo.

Vuelvo dentro de un momento. Sentaos, Marta le dijo la condesa cuando ella hubo entrado a la sala . Tengo muchos motivos para estar enojada con vos; pero quiero olvidar el pasado, sobre todo ahora que la única causa de mi cólera y dolor va a alejarse de Orsdael. Lo que voy a deciros os alegrará a vos también; es para vos como para una noticia feliz.

En aquella época, bueno será que le advierta que me complacía en andar muy lechuguino ó sietemesino, como ustedes dicen ahora, cosa que tenía siempre escamada á mi pobre mujer. ¿Para qué te compones tanto, hombre de Dios? ¿Vas de conquista? ¡Quién sabe! contestaba riendo y dejándola un poco enojada. No es malo tener á las mujeres un si es no es celosas.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando