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Y aun creo que si aquélla fuese grande y se colocara en medio el árbol que les es común, fácilmente harían en él sus crías, bajo su protección, señora, confiándola á usted sus pequeñuelos. Existencia seria, encantadora. ¡Qué soledad tan agradable en este intermedio de la vida, mientras dura esa rápida viudez! La situación es enteramente nueva: nada de tráfago casero, nada de negocios.

Mi Cesarina, la que fue mi orgullo por su belleza encantadora, sepultada lejos de , detrás de ese horizonte de los Alpes, de donde veo continuamente surgir su recuerdo. Mi Susana, aquella santa que anticipadamente ostentó alrededor de su frente la santa aureola y que Dios me quitó para que yo pudiera ver en su recuerdo la imagen de un ángel de pureza. ¡Muertos los unos, ausentes los otros!...

Sin embargo, si falta instrucción artística á este poeta, observamos por vía de compensación su extraordinaria capacidad para exponer poéticamente los asuntos de sus dramas, y ennoblecerlos cual corresponde, distinguiéndose siempre, hasta en sus peores producciones, por cierta gracia sencilla y encantadora, y guiándole su genio en ocasiones con tal acierto, que llega á trazar planes, no indignos de los maestros que le sucedieron.

Su bella fisonomía, que hemos visto tan pura y delicada, parecía cubierta con la máscara de Tisofona; expresaba esa mezcla de horror y alegría salvaje, que debió verse en la frente encantadora de María Estuardo, cuando oyó la explosión que la vengaba del asesino de Rizzio.

Dímelo todo, como á un padre.... Esa joven ... encantadora si es como la has pintado ... ¡Ay! muy bien cómo logras los parecidos ... esa joven ... ¿te ha gustado? ¡Oh! , mi querido padrino, exclamó Mauricio con fuego. Si usted supiera hasta qué punto es bonita, dulce, sencilla.... ¡Eh! todo lo que quieras ... un ángel. Un ángel, , padrino....

La encontraba encantadora y observé que un personaje misterioso ocupaba el sitio que yo ambicionaba. Quise saber á qué atenerme y ver el partido que podría sacar. Prontamente me convencí. Sorege, con los ojos cerrados, fumaba sonriendo. La cosa es muy sencilla... Hemos sido rivales durante veinticuatro horas.

Justamente, al cruzar tercera o cuarta vez por delante del balcón apareció en él la gentil chiquita, que al verme hizo un movimiento de sorpresa, acompañado de una mueca encantadora, se echó a reír y se ocultó de nuevo.

Se comprende bien aquella admirable pasion sentimental y heróica, al pensar en el carácter de los siglos XII y XIII, y al contemplar la encantadora comarca de la Provenza, que entónces debió ser mucho mas bella y fecunda en inspiracion. No ménos interesante es Tarascon, donde se ven ruínas de monumentos importantes, testimonios de un antiguo esplendor.

Al llegar aquí no pude menos de recordar a mi primo sus expresiones de hacía cuatro años: Es encantadora la sociedad: ¡qué alegría! ¡qué generosidad! ¡ya tengo amigos, ya tengo amante! Un apretón de manos me convenció de que me había entendido.

Las palabras que le murmuraba Huberto le daban una animación, un brillo insólito; atraía todas las miradas. Además, los dos jóvenes formaban una pareja tan encantadora, que todos se detenían para admirar la flexibilidad y la gracia de sus movimientos. La joven, al sorprender las miradas de sus amigas fijas en ella, presintió que le envidiaban aquel novio probable, y esto no la contrarió.