Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de octubre de 2025


En las proporciones á que ha quedado reducida, todavía la Catedral vallisoletana impone al alma su ruda y solemne magnitud..... Parece un elefante de piedra, una pagoda índica, una montaña ahuecada.

Y allí, delante del pobre Shumarkoff, salían del monte helado los colmillos, gruesos como troncos de árboles, de un animal velludo, enorme, negro. Como vivo estaba, y en el hielo transparente se le veía el cuerpo asombroso. Cinco años tardó el hielo en derretirse alrededor de él, hasta que todo se deshizo, y el elefante cayó rodando a la orilla, con ruido de trueno.

No poco he leído yo en El ente dilucidado del padre Fuente la Peña, y en El gobierno general, moral y político hallado en las fieras, etc., del reverendo padre Valdecebro, sobre las virtudes e inteligencias de los brutos, y más he leído aún en autores novísimos, sabios y poetas, entre los que se distinguen el doctor Jonatas Franklin y el novelista Mery por las habilidades, honradez y talento que atribuye a un elefante en su novela El paraíso terrestre.

Sus modales torpes y bruscos como los de un elefante, la palabra estropajosa, la inteligencia tarda y oscura al parecer: sin embargo, después de tratarle se comprendía que era más socarrón que lerdo: rara vez miraba de frente a la persona con quien hablase.

Con el elefante no hay que jugar, porque en la hora en que se le enoja la dignidad, o le ofenden la mujer o el hijo, o el viejo, o el compañero, sacude la trompa como un azote, y de un latigazo echa por tierra al hombre más fuerte, o rompe un poste en astillas, o deja un árbol temblando.

Todos ellos le habían acompañado durante muchos años, dejándose ver en las transparencias abiertas por la proa de su buque. Eran vigorosos, y por esto habían suprimido el cuello la parte más frágil y débil de los organismos terrestres , asemejándose al toro, al elefante, á todos los animales arietes.

Lo más importante era el grupo de objetos que colgaba en el lugar de la ausente cruz: un elefante de marfil adquirido por el conde en la India, una moneda auténtica del emperador Constantino encontrada en unas excavaciones en la Anatolia, y un falo de oro con un resorte engendrador de viles contorsiones. La mala suerte quedaba vencida.

Ancló junto á temibles rompientes de la costa occidental de África, bajo un sol que hacía arder la cubierta, para recibir caucho, plumas de avestruz y colmillos de elefante traídos en largas piraguas por remeros negros. Salían siempre de un río poblado de cocodrilos é hipopótamos, en cuyas orillas alzaba la factoría los conos pajizos de sus techumbres.

Y se llena la trompa muchas veces, y la vacía sobre la herida, la echa con fuerza que lo aturde, sobre el cazador. Ya va a entrar más a lo hondo el elefante. El cazador le dispara las cinco balas de su revólver en el vientre, y corre, por si se puede salvar, a un árbol cercano, mientras el elefante, con la trompa colgando, sale a la orilla, y se derrumba. Los dos ruiseñores

Un rey que tiene magistrados como Ibn Bashír no importa que no tenga en el Guadalquivir, como el hijo de Harun en el Tigris, cinco naves cubiertas de plata y oro, una en forma de dragon, otra en forma de caballo, otra en forma de leon, otra en forma de águila y otra en forma de elefante.

Palabra del Dia

sueldos

Otros Mirando