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Actualizado: 31 de mayo de 2025


En los primeros versos de La dama duende se habla también del nacimiento del príncipe Baltasar, y la mención que de él se hace no tendría interés alguno, si esta pieza no se hubiera puesto en escena inmediatamente después de ese suceso. Hay motivo, por tanto, para creer que la Casa con dos puertas se representó por vez primera en el verano de 1629, y La dama duende en el invierno de igual año.

Habíala visto en el jardín descubierta la faz Viváis-mil-años; hermosa la había admirado, joven la había conocido, pero su imagen se había borrado de su memoria: en vano había registrado el jardín desde su ventana; la dama no salía a él nunca, o por lo menos de día, y Viváis-mil-años no había podido dar señas que les satisfacieran a los ricos galanes que de él se servían para sus amores, y a los que había hecho relación de la nueva y hermosa dueña de la casa del duende.

Casa con dos puertas se distingue por el ingenio extraordinario de su autor, puesto que, de un motivo muy sencillo, forma una fábula con extremo complicada, y notable, sin embargo, por su claridad. La dama duende ha sido una de las obras más aplaudidas de Calderón por la delicadeza y moralidad de su enredo, y á la vez por la gracia inimitable de todas las escenas.

Se me figura que este arroyuelo forma el límite entre dos mundos, y que nunca más has de encontrar á tu Perla. ¿Ó acaso es ella una especie de duende ó espíritu encantado á los que, como nos decían en los cuentos de nuestra infancia, les está prohibido cruzar una corriente de agua? Te ruego que te apresures, porque esta demora ya me ha puesto los nervios en conmoción.

Las comedias Casa con dos puertas, La dama duende, El escondido y la tapada, tienen todas de común, que exigen inusitada preparación mecánica y escénica, la primera una doble entrada, la segunda una puerta secreta, y en las otras dos un aposento ó habitación oculta, causas de diversas equivocaciones y motivo capital de las situaciones más sorprendentes.

Pues te diré: nos juntamos en una casa de la calle de la Santísima Trinidad y allí estamos horas y más horas hablando de la democracia y del servilismo, diciendo perrerías de los frailes escribiendo a trozos el graciosísimo papel satírico que se llama el <i>Duende de los Cafés</i>. Nos ocupamos de la vida y milagros de todo <i>quisque</i>, y criticamos sin piedad.

Con mucho sobresalto volvió Poldy la cara y vio apoyado en el respaldar de su silla a su hermano Enrique, con su facha de duende maligno, que se reía a casquillo quitado. De ordinario era Poldy apacible y afectuosa con todas las gentes y singularmente con su enfermizo hermano, para quien no tenía palabra mala.

Sonó una puerta en el interior, luego otra más cerca, y el groom levantó la cortina: Currita respiró desahogada... Entraba la dama duende, la incógnita de las camelias, con el aplomo y el descoco de una diva de café cantante que se presenta ante el público, fijando en él una mirada de provocación más bien que de temor o de extrañeza.

La devoción de la Cruz. La puente de Mantible. Saber del mal y del bien. Lances de amor y fortuna. La dama duende. Peor está que estaba. El sitio de Bredá. El Príncipe constante. El mayor encanto, amor. Argenis y Poliarco. El galán fantasma. Judas Macabeo. El médico de su honra. La Virgen del Sagrario. El mayor monstruo del mundo. Hombre pobre todo es trazas. A secreto agravio, secreta venganza.

De consiguiente Perla, la niña duende, el vástago del demonio como algunas personas aún persistían en considerarla, se convirtió en la heredera más rica de su época en aquella parte del Nuevo Mundo; y probablemente esta circunstancia produjo un cambio muy notable en la estimación pública, y si la madre y la hija hubieran permanecido en la población, la pequeña Perla, al llegar á la edad de poder casarse, habría mezclado su sangre impetuosa con la del linaje de los más devotos puritanos de la colonia.

Palabra del Dia

rigoleto

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