Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 30 de septiembre de 2025


»Item, por cuanto celebraron el fénix en la academia pasada en tantos géneros de versos, y en otras muchas ocasiones lo han hecho otros, levantándole testimonios a esta ave y llamándola hija y heredera de propia y pájaro del sol, sin haberle tomado una mano ni haberla conocido si no es para servilla, ni haber ningún testigo de vista de su nido, y ser alarbe de los pájaros, pues en ninguna región ha encontrado nadie su aduar, mandamos que se ponga perpetuo silencio en su memoria, atento que es alabanza supersticiosa y pájaro de ningún provecho para nadie, pues ni sus plumas sirven en las galas cortesanas ni militares, ni nadie ha escrito con ellas, ni su voz ha dado música a ningún melancólico, ni sus pechugas alimento a ningún enfermo; que es pájaro duende, pues dicen que le hay, y no le encuentra nadie, y ave solamente para ; finalmente, sospechosa de su sangre, pues no tiene agüelo que no haya sido quemado; estando en el mundo el pájaro celeste, el cisne, el águila, que no era bobo Júpiter, pues la eligió por su embajatriz, la garza, el neblí, la paloma de Venus, el pelícano, afrenta de los miserables , y, finalmente, el capón de leche , con quien los demás son unos pícaros.

En la obscuridad deslizábanse las manchas negras de algunos manteos camino de la sacristía, deteniéndose con grandes genuflexiones ante cada imagen; y a lo lejos, invisible en la obscuridad, adivinábase al campanero, como un duende incansable, por el ruido de sus llaves y el chirriar de las puertas que iba abriendo. Despertaba el templo.

Diríase que era el genio protector de aquel lugar, el duende del Círculo Rojo; las notas del mantón, del pañuelo, de las flores y cintas se reunían en un vibrante acorde escarlata, a manera de sinfonía de fuego. Adelantose intrépida la muchacha levantando en alto el ramo y recogiendo, con el brazo libre, el pañolón, cuyos flecos le llovían sobre las caderas.

No había que dudar de que el señor Viváis-mil-años era buen cristiano, puesto que, para que el duende de la gran casa vecina no se pasase a la mezquina casa suya, había puesto en el lomo de la tapia de su corralejo, que daba a la huerta de la casa enduendada, un calvario de madera, lo cual no hubiera hecho si hubiera sido judío o moro, y había pintado una cruz en cada una de las dos ventanas que al corral daban, y desde las cuales se veía la huerta.

Otro dato, que apoya esta presunción, se encuentra en las palabras siguientes de la misma comedia: La dama duende será, Que volver á vivir quiere. Parece que se anuncia con ella la representación cercana de La dama duende, y hubo, á la verdad, un drama anterior de este título, arreglado después por Calderón.

No conozco las últimas producciones de este poeta que tanto promete, como La aurora de Colón, Higamota, etc. Una comedia muy popular en España, y con justicia, es La segunda dama duende, de D. VENTURA DE LA VEGA, escritor consagrado principalmente al arreglo y traducción de obras francesas.

A un niño se le amenaza con el Duende, ó porque no llore, ó por imprudente conducta de los que le educan. Excítasele la pasion del miedo, y se le imprime tan vivamente aquella especie, ó imagen, que despues nadie es capaz de desengañarle.

Al nacimiento de las aguas acudían los espectros de los muertos para unir sus sollozos con los quejidos lastimeros de los árboles y el murmullo del agua al chocar con las piedras; era también el punto de reunión de las bestias salvajes, en donde por las noches el siniestro duende se emboscaba detrás de una breña para lanzarse de un salto sobre los caminantes y convertirlos en cabalgadura suya.

Y no había sido otra la intención de doña Guiomar que la de espantar a Margarita, a la que una vez recibida no se atrevía a echar a la calle, para que ella de su motu proprio se fuese, atemorizada al saber que la casa tenía duende, y que para defenderse del mal era necesaria una medalla de la Santa Inquisición, que ella no tenía.

Fray Antonio quiso entonces justificarse, y antes de volver a Madrid, donde habitualmente residía, habló al padre guardián como sigue: No sólo ha habido duende sino uno de los duendes más poéticos que en este mundo sublunar puede darse. Era ella tan pura, tan cándida y tan ignorante de lo malo, que a los quince años parecía ángel y no mujer.

Palabra del Dia

sueldos

Otros Mirando