United States or Cuba ? Vote for the TOP Country of the Week !


Está el ilustre prisionero sentado á un banquete á que le convida el magnate sarraceno... Dígalo mejor el romance. «Y despues de haber servido mil manjares á su usanza, dice el rey: Gonzalo amigo, un costoso plato falta. En esto vino una fuente que cubria una toalla, y en ella siete cabezas, de aquel tronco muertas ramas. Mira la fuente Gonzalo, y dice: ¡Ay, fruta temprana!

Vuestro padre murió ocho días ha con el mayor valor que ha muerto hombre en el mundo; dígalo como quien le guindó. De vuestra madre, aunque está viva ahora, casi os puedo decirlo mismo; que está presa en la Inquisición de Toledo; pésame que nos deshonra a todos, y a principalmente, que al fin soy ministro del rey, y me están mal estos parentescos.

No diré yo tal, observó el señor de Butrón, recordando en aquel momento otro de los desastres gastronómicos que tanto lamentaba. Los presagios nunca fallan, y si no dígalo todo el ejército del príncipe Eduardo, que allá en el paso de los Pirineos oyó de repente un trueno formidable en medio del día, sin que una sola nube ocultase el azul del cielo.

Si hemos adelantado en política, dígalo la estabilidad que alcanzamos, la fijación de nuestras ideas y principios: no sólo sabemos ya cuál es el buen gobierno, el único bueno, el verdadero secreto para constituir y conservar una sociedad bien organizada, sino que lo sabemos establecer y lo gozamos con toda paz y tranquilidad.

¿Cuál es? Cuestión de faldas. Una supuesta rivalidad, Sr. D. Gabriel. Dígalo usted todo de una vez exclamé sintiendo que se redoblaba mi coraje. Usted está celoso y ofendido, porque supone que le he quitado su dama. No le contesté. Pues no hay nada de eso, amigo mío. añadió . Respire usted tranquilo las auras del amor.

Señora dijo Clara, poniéndose de rodillas junto al lecho y estrechándole las manos á la devota. Señora, usted me defenderá; usted que es tan buena, que es una santa; usted que ya me defendió otra vez. ¿No es verdad que usted sabe que yo soy inocente? Dígalo usted: me están calumniando. ¿Qué va á ser de si usted no me defiende?

Los primeros que se detuvieron fueron los que la imagen llevaban; y uno de los cuatro clérigos que cantaban las ledanías, viendo la estraña catadura de don Quijote, la flaqueza de Rocinante y otras circunstancias de risa que notó y descubrió en don Quijote, le respondió diciendo: -Señor hermano, si nos quiere decir algo, dígalo presto, porque se van estos hermanos abriendo las carnes, y no podemos, ni es razón que nos detengamos a oír cosa alguna, si ya no es tan breve que en dos palabras se diga.

Uno de los cuadrilleros, a quien fue hecha la pregunta, respondió ansí: -Señor, lo que significa ir este caballero desta manera, dígalo él, porque nosotros no lo sabemos. Oyó don Quijote la plática, y dijo: ¿Por dicha vuestras mercedes, señores caballeros, son versados y perictos en esto de la caballería andante?

Dígalo si no la familia que en este momento hace su entrada triunfal en uno de ellos y permanece en pie despojándose de los abrigos, mientras los espectadores divierten por un instante la vista de la escena y la fijan en ellos, hasta que se sientan. Son los señores de Belinchón.

Pero antes de dársela, les ruego que me aguarden aquí algunos instantes. Trataré de ser breve, para que la curiosidad no les pique mucho tiempo. Y salió del comedor. ¿De qué se trata, doña Martina, de qué se trata? preguntaron a una voz todos. Señores, yo no lo tampoco repuso ésta, dejando no obstante adivinar en sus ojos gozosos que lo sabía perfectamente. Vamos, Martinita, dígalo V.