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Si pudiese tener una entrevista con ella antes de marchar, quizá lograse convencerla de que la separación era el mejor partido que podían tomar: acaso con algunas vivas protestas de cariño y ciertas vagas esperanzas de volverse a ver con el tiempo endulzaría la amarga píldora que le iba a propinar. Pero ¿cómo arreglarse para ello, estando encerrada por el cafre de su padre? No parecía.

Tío Pedro dijo al pescador después de aquel perentorio rechazo : ¿sabe usted que me tiemblan las carnes? ¿Qué dirá Rosita? ¿Qué dirá el padre cura? ¿Qué dirá todo el pueblo? ¿No podría usted hallar medio de convencerla? ¡Si no quiere!, ¿qué le hago? respondió el pescador.

Que se habituara a considerarlos sometidos a las reglas generales de la ordinaria vida social; y de este modo, cuando no pudiera evitarse que los conociera, por misma, sería obra fácil convencerla de que todo lo malo que la sorprendía por inesperado, era excepción de la regla; y con esto bastaba, por de pronto.

Querían conservar las cosas como las habían recibido de sus antecesores. «¡Qué vamos á hacer con un millón! gimió la vieja . ¡Terrible vida la nuestraIntentamos hablar de la capilla para convencerla, pero huyeron los dos, como el que se ve en perversa compañía y teme malas proposiciones. El coronel miró otra vez el muro divisorio.

¡Pero, mujer, si es el paisano Barragán! ¿No ves que es el paisano Barragán...? Ven acá, Barragán, ven a saludar a mi mujer. ¡No, no! gritó Elena dando un salto atrás y disponiéndose a correr. Costó trabajo convencerla de que el paisano Barragán no era un secuestrador y aún no pudo llegar a convencerse por completo. La verdad es que jamás bandido ni criminal alguno tuvo un aspecto más aterrador.

De vez en cuando soltaba una exclamación: «¡Pero, Dios mío, eso es una atrocidad! ¡Esos hombres estaban locos! ¿Por qué no dábais parte al jefe de tales atrocidadesRicardo no podía convencerla de que hubiera sido inútil revelarse ni dar parte al coronel, pues la novatada era costumbre tradicional en el colegio, que los jefes no querían arrancar.

Le decía que había resistido, luchado, que había sufrido mucho: mi proceder era el mejor testimonio. No exageraba nada, muy al contrario, no hacía más que mostrarle a medias el cuadro de mis dolores para mejor convencerla de que ponía medida en mis palabras y era sincero.

Las amigas se esforzaban en convencerla para que otorgase su perdón a la culpable. Luisa no cesaba de ir y venir consolando a su triste amiga y procurando calmar a la otra. El sol se había retirado ya del paseo, aunque anduviese todavía por las ramas de los árboles y las fachadas de las casas.

Luego sonrió con incredulidad. quieres engañarme. Piensas que esta mentira podrá contribuir a curar mi anemia. ¡Todo lo contrario! Si tu matrimonio de pacotilla fuera cierto, eso no haría sino empeorarme. Precisamente te llamé para impedir que te comprometieras con Muñoz. Fue inútil que Adriana insistiera en convencerla. Laura, cada vez más incrédula, seguía burlándose.

Mientras estaba allí sentado con la hija del muerto, esforzándome en convencerla de que recibiera sin marcada hostilidad al misterioso individuo, no podía dejar de notar el vívido contraste entre el lujo de todo lo que la rodeaba y la pesada carga de tribulaciones de su corazón.