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Actualizado: 19 de junio de 2025


Y después luz, ¡oh, la luz! repetía el otro. Otra vez quedó perplejo Juanillo. Lo de «experimentar antes la sensación» le parecía un buen consejo.

Reunido el Consejo á bordo de la Real, sin pedirlo, manifestó Juan Andrea Doria que sólo iba á tratarse de la manera de salir cuanto antes de los bajos, y de dar la vela aprovechando el buen viento del Sur que felizmente estaba entablado.

Hubiera dado cualquier cosa por tener una amiga a quien pedirle consejo... Pero ella sola, ¿qué protección podría buscar contra un protector que no conocía y que ya le inspiraba miedo?

Ya no hay emoción. ¡Vaya un veranito el que nos espera! Y yo, condolido, le di lo que consideraba un buen consejo. Váyase usted al Congreso le dije . Un viejo aficionado como usted no lo pasará allí del todo mal. Un amigo mío ha sido atropellado por un automóvil.

Por el abandono en que habia estado se hallaba ya sumamente deteriorada por los años de 1512: en esta época obligó el cabildo á la familia de Godoy á reedificarla; pero es probable que á los cien años escasos estuviese segunda vez arruinada, cuando un descendiente del maestre llamado D. Fernando Carrillo, presidente del Consejo de Hacienda, y despues de Indias, tuvo la idea de restaurarla.

Alonso Velázquez, director de escena, tuvo la ocurrencia de anunciar una representación el 10 de febrero de 1586, á la cual habían de asistir sólo mujeres, y la idea encontró tal acogida, que concurrieron 760 espectadoras; pero el Consejo de Castilla prohibió la representación de la pieza en el momento de empezar, y confiscó lo recaudado en favor de los hospitales. Rojas, l. c., T. I., pág. 123.

Mas visto no conviene se acometa Aquello que hacerse es imposible, Y que el lugar y tiempo nos aprieta A tomar el consejo convenible: El buen Rodrigo

Semejante proceder no podia ser tolerado en los momentos en que la union era tan necesaria para marchar viento en popa á la conquista de la independencia. Asi, pues, arrestado de órden de Bolívar, fué conducido á Angostura, juzgado en consejo de guerra y condenado á muerte.

Lorente, en su Historia, habla de un acontecimiento que tiene alguna semejanza con el proceso del falso nuncio de Portugal. «Un pobre gallego dice que había venido en clase de soldado y ejercido después los poco lucrativos oficios de mercachifle y corredor de muebles, cargado de familia, necesidades y años, se acordó que era hijo natural de un hermano del cardenal patriarca, presidente del Consejo de Castilla, y para explotar la necedad de los ricos, fingió recibir cartas del rey y de otros encumbrados personajes, las que hacía contestar por un religioso de la Merced.

Y no me habéis dicho nada... Juan, algo te pasa... Eres un hombre, y no tengo ya derecho para tratarte como a un niño; pero, en fin, sabes cuánto te quiero... Si tienes alguna pena, alguna contrariedad, ¿por qué no me lo dices? Quizá podría darte algún buen consejo. Juan, ¿a qué vas a París?

Palabra del Dia

deshice

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