Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de julio de 2025


Esto despertó en su pecho un odio, que le costaba trabajo disimular. Les clavó una mirada intensa y colérica: avanzó hasta el medio de la estancia y dijo con voz un poco alterada: Alcázar, le necesitamos para bailar. ¿Está usted muy cansado? ¡Oh, no! se apresuró a decir el joven levantándose . ¿Con quién quiere usted que baile? No respondió.

Oyó entonces, sin que pudiera distinguir las palabras, una voz suave de mujer que parecía acongojada, como si suplicase algo, y otra de hombre, fuerte y colérica, que exclamaba enérgicamente: ¡No, no..., ahora mismo!

¡Bah! dijo doña Ana ; yo que he hecho muy bien, como que haré muy bien en decirte que por algún tiempo no vengas á verme hasta que yo te avise. Pronunció de tal manera, con tal frialdad, con tal descaro doña Ana estas palabras, que el rostro del sargento mayor se cubrió de una palidez colérica. ¿Qué viene á ser eso? dijo con acento amenazador.

Excitada por sus mismas palabras, que se atropellaban unas a otras, colérica, descompuesta, me cubría de denuestos, repitiendo a cada instante: «¡Márchese usted! ¡No quiero verle a usted delanteNo hubo más remedio que aguardar a que se desahogase. Cuando lo hubo hecho, cayó en un singular abatimiento. Tapose la cara con las manos y comenzó a sollozar fuertemente.

Hubo unos instantes de silencio embarazoso. Raimundo apoyó el codo sobre la mesa, puso la mejilla sobre la mano y quedó pensativo y serio. Ella le observaba con el rabillo del ojo entre colérica y curiosa.

Se siente ese silencio del mar lleno del gemido agudo del viento, del grito áspero de las gaviotas, de la voz colérica de la ola, que va en aumento hasta que revienta en la playa y se retira con el rumor de una multitud que protesta.

Ya ve Petrona que en vez de una charlatana, como ella me llama en su colérica carta, he sido prudente y he obrado con suma discreción, velando por los intereses, siempre sagrados, de la patria. Lo inconveniente, por lo tanto, hubiera sido guardar el secreto, ocultando que los deseos de todo el mundo y de don Eleuterio son felizmente coincidentes.

Hizo Salvador un movimiento de repugnancia como si se le aproximara un reptil, la midió con mirada despreciativa y colérica y salió de la sala muy altivo, sonriéndose, con una audacia nueva en él, tan provocativa, que Narcisa le persiguió diciéndole desvergüenzas, extinguido ya el resto de pudor que hasta aquel día la contuvo en su tentación de insultarle a la cara.

Y recogió el mantón, como para quedarse con los brazos libres. loqueas.... Anda a dormir. O me dejas o me tiro al mar respondió con tal acento de desesperación la muchacha, que Ana la soltó, y echó a andar a su lado, midiendo el paso por el de la terrible y colérica Tribuna.

El capitán era también enemigo de Pericles. D. César había logrado arrastrar en su odio á todos sus parientes y amigos íntimos. Pero la disposición colérica en que ahora se hallaba le impulsó á llevar la contraria á su primo. ¡Pura comedia! exclamó éste exaltándose.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando