Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


Maximiliano contempló un rato el grupo fotográfico de las chicas de Samaniego, Aurora y Olimpia, con mantilla blanca, enlazados los brazos, la una muy adusta, la otra sentimental. ¿Por qué miraba aquello? Su turbación le llevaba a colgar las miradas aquí y allí, prendiendo el espíritu en cualquier objeto, aunque fueran las cabezas de los clavos que sostenían los retratos.

Si pisa los clavos no tardarás en hallarla vuelta como una media: te seguirá á todas partes y no verá ya sino por tus ojos... Si entrase sin pisar los clavos, entonces hace falta que digas á las doce de la noche una oración que voy á enseñarte...

Era un chocar de cadenas que parecía el ruido de un montón de clavos y llaves viejas, y de vez en cuando una voz débil repitiendo: «Pa... dre nuestro que es... tás en los cielos... San... ta María...» con la expresión tímida y suplicante del niño que se duerme en brazos de su madre. ¡Siempre repitiendo la monótona cantinela, sin que pudieran hacerle callar!

Yo tenía la cabeza loca del ruido de los martillos de Londres, y venía maldiciendo la ingrata tierra en que el hombre para poder vivir necesita hacer clavos, bisagras y cacerolas. ¡Bendita tierra esta, donde el sol alimenta y donde lleva la atmósfera en su inmensa masa ignoradas sustancias!...

6 No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. 9 A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía. 11 Zarcillos de oro te haremos, con clavos de plata. 4 Me llevó a la cámara del vino, y puso su bandera de amor sobre . 8 ¡La voz de mi amado! He aquí él viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados.

Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26 Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las puertas cerradas, y se puso en medio, y dijo: Paz tengáis.

Escuchábase sobre el pavimento de mármol el fuerte ruido de sus zapatos guarnecidos de clavos. Al fin de la escalera se oyó el ruido de una llave en una cerradura; salieron doña Clara y el tío Manolillo, y volvió á cerrarse la puerta.

Así lamentaba yo, en tanto que mi solícito carpintero con muchos clavos y tablillas dio fin a sus obras diciendo: "Agora, donos traidores ratones, conviéneos mudar propósito, que en esta casa mala medra tenéis." De que salió de su casa, voy a ver la obra y hallé que no dejó en la triste y vieja arca agujero ni aun por donde le pudiese entrar un mosquito.

¡Por los clavos de Cristo, protejedme, buen caballero! exclamó en aquel punto el del crucifijo, poniéndose de rodillas y tendiendo las manos en ademán suplicante. Cien doblas tengo en el cinto y vuestras son si matáis á mi verdugo. ¿Cómo se entiende, tunante? ¿Pretendes comprar con oro el brazo y la espada de un noble?

Como era domingo y hacía una mañana hermosa, la Ribera de Curtidores estaba llena de gente: cada puesto de ropas usadas, trastos viejos, telas, clavos, armas, colillas y herramientas, tenía delante un grupo de gente que vociferaba y bullía, regateando con indescriptible griterío.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando