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Empezó a mostrar aquellas papeletas tan bien hechas y bien dobladas, sobre las cuales había escrito con clarísima letra el nombre de cada droga. Mirábalas Fortunata con indecible terror, y se tapaba la nariz y la boca, temerosa de que, respirando tales ingredientes, pudiera envenenarse. «Vete enterando.

Y hace mal en afirmarlo de tal manera, pues, como dice el proverbio: «La gallina que canta es la que huevos ponePor aquellos tiempos no había más que una gallina en Sol de Oro... Había también un gallo joven que cantaba con voz clarísima y ese gallo, señor Delaberge, usted le conoce mucho mejor que yo... ¡Cállese!... La desgracia la ha vuelto a usted mala, ¡pobre mujer!...

Aresti recordaba una noche de luna clarísima, al retirarse á casa después de una cena con los contratistas, en las afueras de Gallarta. Oyó un canto lúgubre que rasgaba como un lamento la calma de la noche, y vió pasar á un hombre, vacilante sobre sus piernas, que parecía ebrio, llevando á cuestas á otro, envuelto en una sábana, con un brazo colgante que le golpeaba á cada paso.

Sabed que al hombre, como al hierro, hay que pedirle las cosas en caliente, porque pasados en uno el entusiasmo amoroso, y la incandescencia en otro, quedan fríos y duros, y a nada se prestan. Sin embargo, hay hombres de hombres. Don Juan se quitó de la boca el mango de pluma y escribió con letra clarísima cinco mil pesetas.

Sólo lo que ahora falta Es que Don Antonio y Félix Sean amigos. La extremada complicación del plan de la mayor parte de estas piezas, hace imposible dar noticias detalladas de sus argumentos, no pudiendo comprenderse éstos sino por medio de una clarísima exposición de los elementos diversos que los componen. Limitémonos, por tanto, á apuntar algunas indicaciones.

Neluco Celis: continuaba pareciéndome lo mismo que me pareció cuando le hablé por vez primera: discreto, simpático, de clarísima inteligencia y noble corazón, y un arca cerrada para guardar lo que a se me antojaba que debía estar al alcance de mi vista: verbigracia, su inclinación amorosa a la nieta de don Pedro Nolasco.

Pero me verá, me salvará. Yo no necesito de usted. necesitas de . Tengo esa vanagloria, única recompensa del grande amor que te tengo dijo Bozmediano con expresión clarísima de verdad. Pero si yo no le quiero á usted ni le puedo querer. No le he visto más que dos veces, y eso sin mi licencia. Ese poco tiempo ha bastado para que te quiera yo.

El arte y el ingenio con que el Barón iba insinuando en mi alma estas lisonjas me tenían cada vez más hechizada. El Barón me comprende bien, pensaba yo, y cuando tan bien me comprende señal es, y prueba es clarísima, de la elevación y de la agudeza de su entendimiento. Así infundió el Barón en mi pecho la amistad más acendrada hacia él.

El final del libro era lo mejor: una demostración clarísima de que la civilización de los Estados Unidos resulta inferior á la civilización mejicana, y debe ser vencida por ésta, para bien de los mismos yanquis. Así trabajarán menos, no necesitarán tanto dinero para vivir, conocerán mejor la alegría de la existencia.

En seguida, aludiendo a las pretensiones amorosas del mancebo, acabó por decir, con la mano en alto y la voz estremecida y solemne: ¡Antes morir, hija mía, antes morir que mancillar nuestra clarísima sangre con sangre de moros! Afuera, en la ciudad, torvo sosiego de siesta castellana. La luz del mediodía arde rabiosa en los pétreos paredones, caldea los hierros, requema el musgo de los tejados.