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Actualizado: 8 de junio de 2025
Eran manjares de Europa y de la América del Norte, que tenían un sabor á largo encierro, á estaño y á hojalata: carnes de cerdo de Chicago, salchichas de Francfort, foie gras francés, sardinas de Galicia, pimientos de la Rioja, aceitunas de Sevilla, todo venido, á través del Océano, en botes metálicos ó cubiletes de madera. Lo más extraordinario eran las bebidas.
Por el momento sus relaciones se limitan á veladas y comidas entre millonarios, preludios de bodas que cruzan la sangre de los nobles de la conquista con la de los ganaderos de puercos y explotadores de minas. La estadística de los matrimonios por los cuales las misses de Chicago, de Nueva-York ó de Filadelfia han entrado en las más ilustres casas inglesas, es muy curiosa.
Así de los especuladores de Chicago y de Mineápolis, ha dicho Paul Bourget que son a la manera de combatientes heroicos en los cuales la aptitud para el ataque y la defensa es comparable a la de un grognard del gran Emperador.
Todo elemento noble de aquella civilización; todo lo que la vincula a generosos recuerdos y fundamenta su dignidad histórica el legado de los tripulantes del Flor de Mayo, la memoria de los patricios de Virginia y de los caballeros de la Nueva Inglaterra, el espíritu de los ciudadanos y los legisladores de la emancipación , quedarán dentro de los viejos Estados donde Boston y Filadelfia mantienen aún, según expresivamente se ha dicho, «el palládium de la tradición washingtoniana». Chicago se alza a reinar.
Mina Craven, atrevida de maneras como un muchacho, ganosa de desafiar la curiosidad de las gentes con sus audacias y excentricidades, fué una americana de las que pueden llamarse «de exportación». El viajero observador atraviesa los Estados Unidos, de Nueva York á San Francisco y de Chicago á Nueva Orleáns, viendo mujeres que son iguales á las de todas partes: buenas madres, buenas esposas, ó excelentes muchachas que aspiran á ser lo uno y lo otro.
La gallina cacareó. Pero aquellos hombres hablaron de los mercados extranjeros, donde todo se pagaba diez veces más que aquí, y hoy nuestros animales de corral y de alcoba han aprendido ya los caminos del mundo. El cerdo gallego tiene actualmente sus ideas industriales, ni más ni menos que si fuese un cerdo de Chicago.
Justamente al salir de allí, á las dos de la mañana, Jenny cogió frió y una ronquera que le obligó á suspender la representación y á marchar á Chicago. ¿Marchaste con ella? Puedes figurártelo. Allí nos indemnizamos cumplidamente de los embarazos que nos habías causado. Y ahora, á mi vez, ¿quieres explicarme qué furor te entró de espiar á aquella pobre Jenny como lo hiciste? ¡Bah! ¡Esa es buena!
Suponen cada uno de ellos que, si se hubiera seguido el que él traza, ya gozaríamos de la paz en esta Nochebuena, y así nosotros en la Península, como nuestro valiente ejército en Cuba, la celebraríamos regocijadamente, después de haber oído la Misa del Gallo, con suculentas cenas, en que consumiríamos multitud de pavos, que desde su patria de origen, y no menor, multitud de jamones, que desde Chicago y desde otros lugares de la Unión, donde abundan los cerdos, nos enviarían de presente Cullon, Morgan, Sherman y algunos senadores más.
15 Enero 1900. Manila, 22 Enero 1900. Señores Wm. Dinwiddie, John F. Bass, y John F. MacCutcheon, Corresponsales de "Harper's Weekly", "New-York Herald", "San Francisco Call" y "Chicago Record".
Pero hay todavía para diez sesiones... Tengo otra pelota en el tejado... pero ésta es la mar... figúrate que la primera vez que vino a verme descubrió el bueno de papá Nicholson, curioseando en mis cartones, el bosquejo de cuatro grandes recuadros representando las cuatro estaciones... se ha enamorado de aquéllos y quiere que se los pinte para su comedor de Chicago... Ya ves que nada se rehusan, en Chicago... Cuatro pedazos de pinturas de tres metros por dos... ¡como quien no dice nada!... «Pero, señor le dije , para dar a usted gusto tendría que consagrar exclusivamente a esa obra un año de vida... por lo menos... y francamente, mis medios no me lo permiten...» ¡Motivo de más para estimular al buen señor, que me ha ofrecido una fortuna!... ¡Y como al fin tengo mujer e hija, es ésta una ocasión para asegurarles su porvenir... por cuyo motivo he aceptado!
Palabra del Dia
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