Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de julio de 2025


Diez chinos medio desnudos, que llevaban al cinto largos cuchillos ligeramente curvados para defenderse, en caso de necesidad, de los peces-perros, que abundan en aquellas aguas y que son tan aficionados a la carne humana como los antropófagos de la costa septentrional de la Australia, bajaron a la chalupa a una orden del viejo marinero, llevando en la mano izquierda una especie de red capaz de contener muchas olutarias.

Al anochecer se llamó el viento NNO fresquito, y le hice señal á la chalupa para venir bordo: á las doce de la noche le víveres, y órden para que á aquella hora se pusiese á la vela, adelantándose á Punta Rubia embarcar la cuarterola de aceite de lobo, que antes no habia podido por la dureza de los tiempos.

El nuevo piloto quería presenciar el embarque de negros. Solíamos llevar las luces roja y verde reglamentarias, y al acercarnos a tierra se ponía un farol grande de luz blanca en el palo de proa. Un centinela se colocaba en el bauprés y avisaba cuando veía brillar un fanal rojo. Al momento, el intérprete, el doctor Cornelius y Zaldumbide iban a tierra con la chalupa.

Navegamos por un golfo poco conocido y que abunda en escollos coralíferos. Entregó la cuerda de la vela al joven pescador chino y, a pesar de las sacudidas furiosas que sufría la chalupa, se acercó a Cornelio. Miró ante ; pero sólo vió olas monstruosas. Aguzando el oído, percibió distintamente ciertos ruidos bien diferentes a los que producen las olas en medio del mar.

La chalupa, después de atravesar la bahía, llegó hasta el junco, que había sido abandonado por la tripulación en masa. Subieron al puente, izaron la chalupa para impedir que los salvajes se apoderasen de ella y colocaron la lantaca en el castillo, cargándola de metralla.

Super-intendente dejar toda la expedicion al cargo del alferez de dragones D. Francisco Piera, y auxiliándole la chalupa, pasó á la parte del N acompañado del ingeniero D. José Perez Brito, un Padre Mercedario y dos soldados, y nos pusimos en marcha por la orilla del rio para á bordo del bergantin.

Hasta hace algunos años las islas Likana eran célebres por la abundancia del trépang en sus aguas; pero desde que un capitán americano pescó durante el año 1845 doscientos sesenta y cinco pikules, y el capitán Muyne casi otro tanto en 1847, las olutarias desaparecieron de aquellas playas. Y basta por ahora, sobrinos míos. Hagamos disponer la otra chalupa, y vamos a colocar las calderas.

A las doce del dia, habiendo algo aplacado, mandé en el bote 18 hombres á que pusiesen la chalupa en flote, y con ellos el contra-maestre, para que abriesen pozos en el Cerrito del Apio, por ver si se sacaba agua dulce.

Desplegada la vela, atravesaron el canal y salieron al mar, poniendo proa al Nornoroeste, para mantenerse alejados de aquellos grupos de islas que se extienden por el estrecho de Torres y que están pobladas de caníbales. El viento que soplaba al Sudeste, favorecía la marcha de la chalupa, la cual se deslizaba por las aguas del golfo con una velocidad media de cinco a seis millas por hora.

Los hornillos que construímos el año pasado. ¡Al trabajo, muchachos! La otra chalupa va a llegar. Los chinos cargaron de combustible las hornillas, les prendieron fuego y después colocaron encima las dos calderas, llenándolas de agua de mar. La segunda chalupa, tripulada por los pescadores, llegó en aquel momento.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando