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Actualizado: 6 de junio de 2025
Parece que la naturaleza y la religión se han puesto de acuerdo en día semejante para dirigir hacia los sepulcros el pensamiento de los vivos. El infatigable campanero, asido a la cuerda de las campanas, no cesa de tocar desde el mediodía del primero de noviembre hasta el amanecer del siguiente.
Aquí cesa el mecánico, y comienza el maquinista, que en la práctica no puede encontrar jamás ese riguroso centro de gravedad, supuesto en la teoría.
Sé religioso, pero cesa de ser fanático: verás cómo dejo de ser impío. El ceño de Tirso y sus respuestas secas iban haciendo a Pepe perder la calma. Si te acomoda continuó estar de bruces todo el día y usar cilicio, aunque andes a gatas o te hagas un cinturón de escarpias, me tiene sin cuidado.
Se le ve agitar sus patas y antenas á la desesperada, se mueve y retuerce en todas direcciones, pero en cuanto ha sentido la invencible atracción, cuando ha empezado á describir con la masa de agua la gran curva de la caída, cesa repentinamente todos sus movimientos abandonándose á su destino.
La actividad se desenvuelve en presencia de las causas ú ocasiones excitantes, y cesa en su ejercicio cuando faltan las condiciones de dicha excitacion; pero mientras la actividad obra, ejerce sus funciones con arreglo á leyes fijas, independientes de los objetos excitantes.
Los pueblos han sido destruidos; diversas civilizaciones se han sucedido con su flujo y reflujo de progreso y decadencia; pero la fuente, con su voz clara, no cesa un instante de contar la historia de las antiguas ciudades griegas: más aun que la grave historia, las fábulas con las que los poetas han adornado la descripción de las fuentes, sirven en nuestros días para resucitar ante nosotros las pasadas generaciones.
La gran Naturaleza te dió la magia augusta de su inmortal belleza, su savia formidable, su sol canicular; por eso son enormes tus bosques y tus ríos, y hacen temblar ejércitos tus indomables bríos, y el Apo a las estrellas no cesa de retar.
Estos fenómenos solo se observan con el progreso de la enfermedad, y á medida que la astenia del sistema circulatorio y de los absorbentes produce la palidez y frialdad de la piel, la flacidez de los tejidos, la lividez de los labios, el edema de las estremidades, hidropesías con laxitud de las paredes, ó que la resistencia del edema, si este se presenta desde el principio, cesa para dar lugar á la laxitud y á la flacidez.
La scila, el tártaro estibiado y otros medicamentos son mas á propósito en el estado menos agudo, ó cuando cesa la tension, y cuando empieza la espectoracion con sus matices y colores diversos. Todo lo que hasta aquí hemos dicho parece confirmar las propiedades de la brionia en el crup y la angina membranosa.
Por las mejillas del viejo linajudo ruedan dos lágrimas que se pierden en la nieve de su barba. Los mendigos y los criados se arrojan sobre la puerta. ¡Tengan ley de Dios! ¡Dadme un hacha! ¡Tengan ley de Dios! ¡Poned fuego a la casa por sus cuatro esquinas! ¡Perezcan entre llamas los hijos del Infierno! ¡No hay ley de Dios! ¡No hay ley de Dios! De pronto cesa el clamor.
Palabra del Dia
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