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Actualizado: 22 de junio de 2025
Absorta se quedó al oír estas palabras la señora de Centeno, así como la Mariuca y la Pepina, y no les ocurrió sino que a la miserable huérfana abandonada le había salido algún padre rey o príncipe, como se contaba en los cuentos y romances.
Principia el P. Caballero las Misiones de los Zibacas II 28 Principio, fundación y progresos de las Misiones de los PP. de la Compañía de Jesús en el Paraguay I 17 Profecías del apóstol San Francisco Solano II 235 Progresos de las Misiones de los PP. Zea y Centeno en las márgenes del río Guapay I 39 Progresos y aumentos de otras reducciones en los años de 1717 y 1718 II 191
En casa de Centeno observaron que la Nela no comía, que parecía más parada que de costumbre, que permanecía en silencio y sin movimiento como una estatua larguísimos ratos, que hacía mucho tiempo que no cantaba de noche ni de día.
Esta radiante alegría solar brilla a trechos sobre toda la campiña, sobre los ondulantes campos de cebada y de centeno, sobre los taludes llenos de rojas amapolas y va comunicándose sucesivamente a los huertos, en que de nuevo vuelven los insectos de todas clases y colores a zumbar contentos, y a los grupos de árboles en que los pájaros entonan otra vez su amoroso trino.
Por último, en las llanuras ondulan océanos de trigo, cebada, avena y centeno, que al soplo del viento producen en el vasto horizonte los mas bellos reflejos de esmeralda ú oro, segun el estado de las sementeras. Tal es la Mancha, como país agrícola, en sus principales caractéres. Pero no sin razon he llamado océanos las plantaciones de cereales.
Golfín le acarició el rostro con su mano, tomándolo por la barba y abarcándolo casi todo entre sus gruesos dedos. ¡Pobrecita! exclamó . Dios no ha sido generoso contigo. ¿Con quién vives? Con el señor Centeno, capataz de ganado en las minas. Me parece que tú no habrás nacido en la abundancia. ¿De quién eres hija? Dicen que mi madre vendía pimientos en el mercado de Villamojada. Era soltera.
O como estas: «Señores diputados que dijeron sí...» «Ayer celebró una conferencia», etc. Los dedos de Señana sumaban, y el de Sinforoso Centeno seguía tembloroso y vacilante los renglones, para poder guiar su espíritu por aquel laberinto de letras.
Para ella son el cornezuelo de centeno y la antiespasmódica. ¡Ah!, ¡cómo me río yo de estos imbéciles que creen que me engañan!... ¡Engañarme a mí, que estoy ahora más cuerdo que la misma cordura! ¡Dios mío, qué talento tengo! ¡Qué manera de discurrir!... ¡Estoy asombrado de mí mismo, y compadezco a mi tía, a Ballester, a todos los que hacen delante de mí esta comedia!
Autoricéle para que se despachara a su gusto, y se satisfizo con medio pan de centeno y un cuarterón de queso ovejuno. Y fortuna fue para él que no se extendieran a más sus apetitos, porque hubiera jurado yo que no había otra cosa de mayor regalo en aquella desmantelada venta.
En el Museo Biblioteca de Ultramar, que tantas cosas útiles, tantos objetos valiosos para el estudio y conocimiento de nuestras colonias encierra, y gracias á la amabilidad de su ilustrado director y distinguido amigo nuestro, el Sr. Centeno.
Palabra del Dia
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