Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Es verdad dije después de unos momentos de reflexión, más vale rodear las dificultades que tomarlas por asalto... ¿Sabes, abuela, que no debe de ser agradable ocuparse de tantas fruslerías cuando parece que el alma no debiera ser atraída más que por las grandes cosas?... Ve a decir a Celestina que su proyecto no es de una importancia capital, y verás cómo te recibe.
Aquí lo único es encontrar un marido y casarla. Creo lo mismo que doña Celestina agregó el vicario, Pues vamos a ver quién nos convendría. Yo conozco a todas las familias de los caseríos ... El mozo de Olazábal está casado, el de Olazábal Aspicua es muy joven, el de Endoya se ha ido a Somorrostro ... En Iturbide hay un muchacho carbonero ... insinuó el cura.
Al fin se restablece su esposa con grande alegría de su tierno compañero, y después se ausenta para celebrar una novena, que ha prometido á un santo, si la cura, y como es de presumir, en compañía de su estudiante. De celebrar es, sin duda, la prosa magistral de todos estos pasos; ni aun la de La Celestina es tan fácil y elegante.
No hizo ninguna observación a propósito de la chimenea, en la que se veía una capa de polvo que databa de la víspera, y soportó heroicamente el pescado quemado que Celestina nos sirvió para castigarnos, por tener secretos para ella. Parece que el padre Tomás está encantado por la felicidad de la abuela, aunque no comprende muy bien las causas de mi repentino cambio de parecer.
Acabando de vestirse, empezó a dar trancos por la habitación, manoteando y hablando solo. «No, no, no... Si creen que me la dan, se equivocan. Lo más horrible es que mi tía es encubridora... Pues qué, ¿entraría nadie en la casa si ella no lo consintiera? Y Papitos también es encubridora. Buenas propinas se calzará. Pero ya te arreglaré yo, celestina menuda. Que no me vengan con tonterías.
Son más bien cuadros despintados que mujeres de edad... Sí, comprendo, señor cura dije conteniendo la risa, son las «Flácidas» de la corporación... Un ruido de pasos, una puerta que se abre, y nuestra conversación queda interrumpida. Celestina, con su voz especial de los jueves se anuncia todavía en casa de la abuela, anunció: La señorita Sarcicourt.
Y bien, Celestina dijo Francisca, San Pablo es un gran santo... Sí, señorita respondió respetuosamente Celestina, que pareció mirar a Francisca con mejores ojos. No es como ese inocente... ¿Qué inocente? interrogó Francisca asombrada. Ya te contaré eso dentro de un momento dije.
Entre cuantos libros de entretenimiento se han escrito en España, La Celestina, es, después del Quijote, el más estimado, así de nuestros críticos como de los críticos de otros países, y el que mayor influjo ha tenido acaso en el ulterior desenvolvimiento de la novela y del teatro en las modernas literaturas de Europa.
Doña Celestina había conocido a la hija del quincallero, en su juventud, cuando las dos eran solteras, y parece que se desarrolló entre ellas una gran antipatía. Para doña Celestina, la sangre del quincallero suizo me ha perdido; el bazar, con sus aros y sus pelotas de goma, ha perturbado la marcha del severo barco con sus velas y sus anclas.
Doña Celestina, en su fuero interno, debía suponer que las demás familias de Lúzaro, exceptuando dos o tres, habían nacido, como los hongos, entre la hierba, o que quizá sus individuos estaban modelados con el fango del río.
Palabra del Dia
Otros Mirando