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Actualizado: 27 de septiembre de 2025


Lo más interesante de la fiesta, las luchas de los aizkoralaris ó partidores de leña y la apuesta de los barrenadores, quedaba para la tarde. Aresti y sus amigos comieron en el casino del pueblo, alarmando á los del país con los taponazos del champagne y la exhibición de las carteras repletas de billetes que arrojaban sobro las mesas con afectado desprecio.

Mientras las carteras pasaban de las manos del oficial a las de madama Scott y Bettina, el cura presentaba a Juan a las dos americanas, pero estaba aún tan conmovido, que la presentación no fue hecha en toda regla. El cura no olvidó más que una cosa; pero algo muy esencial en una presentación: el apellido de Juan.

Era una en que salían unas mujeres que llevaban grandes carteras de ministro, y había otra que era reina... Yo estaba viendo la función muy tranquilo, cuando de pronto me vuelvo y veo a mi lado... ¿a quién dirán ustedes? A don Luis María Pastor. ¡Don Luis María Pastor en los Bufos! Azorín pregunta quién era don Luis María Pastor.

Desengáñese usted: la política es un oficio fastidioso, que sólo deben ejercer los que no tienen dinero ni posición, y necesitan adquirirlos ejerciéndole; pero yo, que tengo mi caudal, puedo y debo ser más útil a mi patria y a mismo cuidando ese caudal, mejorándole y aumentando así la riqueza pública, que no añadiendo un individuo más al número ya desmedido de los que se disputan las carteras, las plenipotencias y las direcciones generales.

El hijo del brigadier, al principio no encontró de su gusto este cambio; prefería la celda formada con biombos en el salón, donde a hurtadillas del inspector, recorría las camas tirando de los pies a los compañeros o «haciéndoles carteras con las sábanasDespués se halló mucho mejor, cuando el capellán comenzó a tratarle con cierta familiaridad de amigo más que de profesor.

La mayoría de los políticos no consideran colmada su ambición al llegar a ministros. Ser ministro no es, en realidad, ser nada. Un ministro está a merced del poder moderador, a merced de la Prensa, a merced de las oposiciones parlamentarias, a merced de todo el mundo. En cambió, un ex ministro no está a merced de nadie. Las carteras pasan y las cesantías quedan.

Bettina, hemos olvidado en el carruaje nuestras carteras, y las necesitaremos. Voy a buscarlas. Y como miss Percival se preparara a ir por ellas, Juan le dijo: Permitidme, señorita, que os las traiga. Siento, señor, molestaros... El sirviente os las entregará. Están en el asiento de adelante.

Basta, basta, no cite usted más obras ni me enseñe más carteras. Ya le dije que no me gustan libros por suscrición. Se extravían las entregas, y es volverse loco... Prefiero tomar alguna obra completa. Pero no tenga prisa. Estará usted cansado de tanto correr por ahí. ¿Quiere tomar una copita? Muchísimas gracias. Nunca bebo.

Y mezclando los gritos del país con los que habían aprendido en las plazas de toros, arrojaban más allá de la cuerda sus boinas y sus carteras, pero llamando en seguida á los chicuelos para que las recogiesen.

Palabra del Dia

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