Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de julio de 2025
Una nubecilla brumosa pegada al suelo marcaba el sitio de un estanque terso como un espejo negro. En los sitios sombríos la escarcha, no derretida todavía, brillaba como polvo diamantino sobre el musgo aterciopelado. Las hojas caídas, secas y abarquilladas, se arremolinaban al menor soplo del viento en torno de los hoyos y socavas.
El café de San Sebastián pensó . Ya que estoy aquí entraré. No faltarán amigos con quienes pasar un rato. El café no estaba lleno de gente, y en su pesada y brumosa atmósfera se podían contar los grupos diseminados, y aun las personas.
En Italia, los sabios habían sabido resucitar el mundo griego con sus pensadores y artistas; en la brumosa Alemania los magos de la verdad habían descubierto la maravilla de hacer grabar el metal y la madera; los libros se imprimían, y el dominio infinito de las ciencias se abría así á las masas del pueblo, condenadas en otro tiempo á la obscuridad de la ignorancia; en fin, los navegantes genoveses, venecianos, españoles y portugueses habían hecho surgir, como un segundo planeta unido al nuestro, un continente nuevo con sus plantas, sus animales, sus pueblos y sus dioses.
La misma vida vegetativa, brumosa, soñolienta; las mismas tertulias en las trastiendas libando con deleite la miel de la murmuración. Los apodos soeces pesando siempre como losa de plomo sobre la felicidad de algunas respetables familias. En el Bombé, las tardes de sol, los mismos grupos de clérigos y militares paseando desplegados en ala.
Es porque tu eres hermana de las liliales vírgenes, cantadas en brumosa lengua inglesa por el soñador infeliz, príncipe de los poetas malditos. Tú como ellas eres llama del infinito amor.
Esta solución le parecía a ella la muerte de todos sus ensueños... Era preferible quedarse en aquella indecisión, ante aquella perspectiva muy vaga, muy brumosa, donde podría resplandecer de pronto la luz de su vida. El matrimonio con Muñoz la aterraba. Para evitarlo pediría ayuda a las Aliaga y a Julio...
Después de horas ó días de obscuridad, acaba el sol por perforar la masa brumosa, la desgarra, dispersa sus jirones, los evapora en el aire y pronto se ilumina de nuevo bajo la luz vivificante la tierra de abajo que estaba privada de la suave claridad.
Empezaba á levantarse la claridad gris y brumosa que alumbra las mañanas de la capital inglesa y se iniciaba el movimiento de los obreros en el muelle. Pero la atención de los tres hombres no se dirigía hacia el espectáculo de aquella actividad incesante y metódica que forma el sello del trabajo inglés.
Llegó la tarde, fría, brumosa y tétrica; subió el vecindario en masa, pedregal arriba, detrás del Cura con ornamentos negros, precedido del estandarte de las «Ánimas» y de un crucifijo grande; resonaron en el estragal, entonadas por voces bien avenidas con la sonora de don Sabas, lamentaciones terribles del santo Job, el mayor poeta fúnebre de que hay noticia en la tierra; bajóse el féretro entre nuevos llantos y gemidos; y andando, andando con él hacia el pueblo la luctuosa procesión el camino que había andado poco antes hacia arriba, llegamos al campo santo después de una detención breve a la puerta de la iglesia, para que el hijo fiel y sumiso recibiera de su Madre cariñosa la bendición de despedida.
Palabra del Dia
Otros Mirando