Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de julio de 2025
Han pretendido allanar la casa de Álava; han intentado asesinarle, á juzgar por la actitud de las turbas que allí se reunieron. Pero avisado oportunamente por un joven que estaba en el secreto de la conspiración, dió parte y se colocaron algunas fuerzas dentro de la casa, pudiendo evitar un horrible crimen. ¿Y dónde ha sido eso? En la plazuela de Afligidos.
Mil veces, de seguro, habrá tenido usted en su vida intenciones asesinas. Lo que ocurre es que no quiere usted complacerme. Es usted un Tartufo. ¡Caballero! Un Tartufo, sí, señor. ¡Ah! ¡Si alguien pudiera sugerirme la idea de asesinarle a usted!... ¡Cómo me vengaría yo entonces de su hipocresía!
Federico, mientras tanto, se junta casualmente con el Duque y su favorito Clotaldo en una cacería, á que asisten ambos en los montes; el Duque se había quedado dormido, y Clotaldo se acercaba á él para perpetrar su traición y matarlo, cuando se presenta Federico de repente, arrebata el puñal al traidor y salva la vida del Duque; éste despierta al ruido, que ambos hacen, pero el astuto Clotaldo se da trazas de hacerle creer que él ha sido su salvador y Federico el que ha intentado asesinarle, por cuya razón se prohibe al último, bajo pena de muerte, su presencia en los dominios del Duque.
Vengo huyendo de ellos. No faltó nada para que me asesinasen. Tocó la vez a Tristán de abrir los ojos desmesuradamente. ¡Asesinarle a usted! ¿Pero cómo...? ¿Qué está usted ahí diciendo? Sí, en mi misma casa abrieron los cuchillos para mí... Si no escapo a tiempo allí me degüellan sin remisión. ¿Pero está usted loco, amigo Barragán? ¿De quién habla usted? ¡De esos granujas! De mis hijastros.
Además, había el coro femenil, brillantemente vestido y con las piernas libres; las tiples abundantes en carnes y ligeras de ropa; un desfile de mallones rosados y voluptuosas redondeces que alegraba la imaginación del navegante, sin hacer olvidar los deberes de la fidelidad. A la una de la madrugada, cuando volvía al buque por los muelles solitarios, habían intentado asesinarle.
Saliendo a cuento el asesinato del general Prim, nos dijo que pocos momentos antes había escuchado en una taberna la conversación de los asesinos, y que no había ido a dar parte porque, advirtiendo que los escuchaban, uno de ellos le había seguido durante varios días después, sin duda para asesinarle en el caso de que los denunciara.
Agraviado Magallanes, pasó á España, y el magnánimo Carlos V le dió cinco naves, si bien no osó fiarse enteramente de un tránsfuga portugués, y por lo tanto impúsole un socio castellano. Magallanes partió entre dos peligros: la malevolencia castellana y la venganza de sus compatricios, que querían asesinarle.
El reloj y el dinero son mi propiedad, no tienen libre albedrío; no se van con el ladrón y me dejan porque le prefieren, mientras Beatriz se iba con otro y me dejaba porque le prefería. El hacía bien en llevársela. ¿Por qué había yo de asesinarle por esto? ¿Qué me debe él a mí para respetar mi felicidad y desatender la suya? »Deseché, pues, de mi alma el pensamiento de asesinar a mi rival.
Palabra del Dia
Otros Mirando