Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de junio de 2025
13 Y volvió a enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se arrodilló delante de Elías, y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de estos tus cincuenta siervos.
Señor, la verdad es que si tuvieron intención de engañarme... digo que son unos grandísimos pillos. Y la Sabel, si no está muerta y penada por el gaitero, lo figura que es un asombro. Hace dos semanas fue a casa de don Eugenio y se le arrodilló llorando y pidiendo por Dios que se diese prisa a arreglarle el casamiento, porque aquel día sería el más feliz de su vida.
Se apearon y los tres entraron. Uno de ellos era de buena estatura y a todos infundía un respeto que más bien parecía miedo o superstición. El cura se arrodilló delante de él y le besó la mano. Tenía mucha jaqueca y ningún apetito. Subió, encerrose en la habitación que se lo tenía preparada.
Alicia vigiló cómo estos cirios eran encendidos y colocados en un candelabro frente á la Virgen. Luego se arrodilló, permaneciendo rígida sobre sus rótulas. Transcurrió el tiempo. Miguel la veía igual á las dos mujeres del pueblo: una masa negra inmovilizada por el rezo y la súplica.
Aquel organismo de combate exhalaba un olor de carne limpia y brava mezclado con fuertes perfumes de mujer. Garabato, con un brazo lleno de algodones y blancos vendajes, se arrodilló a los pies del maestro. Lo mismo que los antiguos gladiadores dijo el doctor Ruiz, interrumpiendo su conversación con el bilbaíno . Estás hecho un romano, Juan.
¡Ay de mí! exclamó Dorotea oprimiéndose el pecho. ¡Bebamos, luz de mi alma! dijo don Juan, y se levantó y llenó las copas y las trajo en la salvilla, y se arrodilló sonriendo para que Dorotea tomase la suya. Dorotea se inclinó para levantar á don Juan.
Pero de repente la dama se levantó agitada, se dirigió á su reclinatorio, se arrodilló, abrió el libro de horas, inclinó el rostro hacia él, ocultándolo entre las manos, y allí quedó sumergida en profunda y concentrada meditación. Reposaba sin duda en el seno de Dios, que tenía reservado á su santa el goce inefable de vagorosos y celestiales deliquios.
Y cuando murió el rey Buby, ya muy ancianito, y llegó su buena alma á las puertas del cielo, allí se arrodilló y dijo como siempre: ¡Padre nuestro, que estás en los cielos!... Y en cuanto esto dijo, le abrieron las puertas de par en par miles y miles de pobres Gilitos, de que había sido Rey, es decir, hermano mayor, acá en la tierra... Biblioteca de RAZÓN Y FE EL MARQU
Aquel día, con más sentimientos religiosos que de ordinario, antes de ir a la iglesia adonde pensaba ir y oír misa, abrió el cuadro del Cristo, se arrodilló delante de él y se puso a rezar con devoción grandísima. Había dicho a su doncella que no entrase hasta que ella llamara. Doña Luz se creía completamente sola.
El que acababa de llegar era, efectivamente, Amaury, quien se había hecho llevar en seguida al cementerio. Una vez allí se arrodilló sobre la tumba, oró durante diez minutos y luego dirigiose hacia la la puerta con ánimo de retirarse. Antoñita experimentó un extraño desfallecimiento, pues comprendió que iba a entrar en la estancia.
Palabra del Dia
Otros Mirando