Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de mayo de 2025


El padre Maury y Talleyrand le llaman discípulo: es un diccionario de fechas, un catálogo de acontecimientos, un archivo de anécdotas, una mina de agudezas. Nunca ha querido escribir por temor de perder su preeminencia, pero en cambio presume de narrador.

Tristán, después de la reconciliación con su novia, había llegado hasta ponerse de buen humor; charlaba y narraba anécdotas y aun se autorizaba algunos donaires, aunque esto último siempre por cuenta de su amigo Núñez, el hombre más gracioso de España, ya se sabe. No charles tanto, Tristán le decía Reynoso , no estás acostumbrado a ello y te va a hacer daño. Verdad.

Cuenta anécdotas picantes, le suceden cosas raras, habla de prisa y tiene salidas. Todo el mundo sabe lo que es tener salidas. Las suyas se cuentan por todas partes; siempre son originales: en los casos en que él se ha visto, sólo él hubiera hecho, hubiera respondido aquello.

Relaciones de negociaciones ocultas, de secretos de estado, anécdotas picantes sobre la vida privada de personajes célebres, sobre tenebrosas intrigas, y otros asuntos de esta clase, han de recibirse con extrema desconfianza.

¿Qué hay? le dijo Martín . ¿Qué hace usted? Estas moscas fastidiosas contestó el campesino seriamente. Pero si no hay moscas. las hay, replicó el hombre, dando de nuevo con el pañuelo. Rieron Martín y Bautista, y el campesino contó una porción de historias y de anécdotas. Yo no contar nada dijo el hombre varias veces . ¡Si estuviera Pernando! ¿Y quién era Pernando? preguntó Martín.

Este último historiador cuenta varias anécdotas curiosas de la galanteria de Al-ghazal en las cortes que recorrió. Mas adelante se hablará de este singular personage, insigne músico de la Iraca, á quien tuvo el rey hospedado en su propio alcázar, colmándole de agasajos y liberalidades.

Para suplir esta falta de ideas, don Matías se refugiaba en las anécdotas. En su cabeza, cada idea tosca y primitiva lleva como atornillada una serie de cuentos y de chistes. Eso no es así decía, por ejemplo, al exponer yo una opinión cualquiera , y te contestaré con lo que dijo Periquito Sánchez a don Juan Martínez en Cádiz, en el año de 27....

No obstante, continué luchando valerosamente...» Estas palabras, que atestiguan la noble abnegación del célebre comediante francés, no deben sorprendernos, porque ese heroísmo, que ha llenado la historia del teatro de anécdotas conmovedoras, es una flor de hidalguía que brota muy fácilmente en el impresionable y generoso corazón de los siervos de Téspis.

No lo era, sin embargo, sino un lindo muchacho, moreno, con hermosos ojos, pelinegro y de retorcidos bigotes y bien peinada y reluciente barba. Después de haber disertado contra las colas refirió una serie de anécdotas ocurridas a él o a algún conocido suyo, en las tierras extrañas de donde venía.

Mounet-Sully, sólo quiere que el comediante tenga «sensibilidad, imaginación». Pero esto es raro: los actores todos, desde Mélingue á Luciano Guitry, piden para sus compañeros, antes que genio, elegancia y belleza. A propósito de esto, podrían citarse muchas anécdotas.

Palabra del Dia

evocaban

Otros Mirando