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Actualizado: 22 de junio de 2025


El buen Lesperut, el cariñoso y honrado Lesperut, abre los ojos con esfuerzo, procura dar vigor á su pupila, sonrie expansivamente, y nos ve y nos escucha con un regocijo que nos tiene encantados. ¡Con qué efusion recitaba las cartas que habia recibido de una Isabel, de quien conservaba recuerdos amorosos! ¡Con qué cordialidad hablaba tambien de una doña Gertrudis, ama de un abogado de Salamanca!

Pasaba las noches en un sueño inquieto, temblando por lo que podría decir la prensa al día siguiente, y cuando encontraba un pequeño suelto laudatorio lo leía a la familia, y encerrándose en su despacho, pasaba las horas contemplando con ojos amorosos el pedacito de papel, para mostrarlo después, con ademán displicente de grande hombre fatigado de la gloria, a todos sus visitantes.

En el discurso de la cena preguntó don Juan a don Quijote qué nuevas tenía de la señora Dulcinea del Toboso: si se había casado, si estaba parida o preñada, o si, estando en su entereza, se acordaba -guardando su honestidad y buen decoro- de los amorosos pensamientos del señor don Quijote.

Señora repuso con iracunda voz el estafermo , los hombres como yo se endulzan con acíbar la lengua, y el corazón con desengaños. Doña Flora quiso reír, pero no pudo. Con desengaños, señora añadió D. Pedro , y con agravios recibidos de quien menos debían esperarse. Cada uno es dueño de dirigir sus impulsos amorosos al punto que más le conviene.

Las gentes, sin embargo, no estaban de este parecer. Apenas si, por lo común, son capaces de alcanzar tales sublimidades y de prestar crédito a lo que llaman sutilezas o tiquismiquis amorosos. Creen siempre en algo menos etéreo, sobresubstancial y trascendente.

Amor y cita, y cita a la media noche, dijo Cigarral, si no me mienten estos jeroglíficos amorosos; y diciendo esto, tomando con maligna reverencia de boca del gozque aquel billete no escrito, le puso en manos de don Lope, quien no reparó o quiso no reparar en las socarronerías de aquella buena maula, ansiando por ver la noche rayar en lo más alto de su carrera.

Si hubiera estadística de los enredos amorosos, tal vez más de la mitad de ellos se vería que habían nacido del prurito de escribir que tienen las mujeres.

Aquella casa la repelía arrojando sobre su alma una sombra triste y lúgubre, y al mismo tiempo la llamaba a y la retenían los amorosos recuerdos. Llegó la temprana noche. La marquesa había resuelto abrir el cuarto de su hija difunta, que estaba cerrado desde la muerte de esta, acaecida nueve años antes.

En El buen paño..... apenas hay acción: no hay nada de drama; pero hay mucho, y a mi ver excelente y precioso, ora de idilio sin afectación sentimental, ora de comedia, o ligera y suave sátira sin acritud ni amargura. Los afectos amorosos no se exageran por lo ardientes para que quemen, ni por lo dulces para que empalaguen.

Al ver que los dos amorosos, terminando su almuerzo á toda prisa, se levantaban con ruborosa precipitación, como si les pinchase un repentino deseo, su mirada fué tierna y fraternal... ¡Adiós, compañeros! La voz de la viuda le trajo á la realidad. Ulises, hábleme de amor... Aún no me ha dicho en todo el día que me ama.

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