Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de mayo de 2025
Esto del horizonte avivó en la mente de la joven aquel naciente anhelo de lo desconocido, del querer fuerte sin saber cómo ni a quién. Lo que no podía era compaginar esperanza tan incierta con la vida de familia que se le recomendaba. Pero algo y aun algos se le iba clareando en el entendimiento. Feijoo mejoró sensiblemente en los días que siguieron al arrechucho aquel.
¿Qué me dice usted de eso? ¿No es una cosa muy rara? Ignacio no contestó. Comenzaba, en efecto, a parecerle algo y aun algos extraña la conducta de aquel recién casado, que así abandonaba a su mujer la noche de novios, dejándola en un vagón de ferrocarril.
Me he dado una batalla, querida Sola, me he dado una batalla y me he arrollado completamente, me he derrotado en toda la línea. Acaso no me entenderás. No mucho dijo Sola, creyendo deber decir que no, aunque algo se le iba entendiendo de aquellas cosas, y aun algos había ella penetrado en días anteriores, con su natural agudeza. Pues se han concluido mis vacilaciones y a casarse tocan.
El busto era hermoso, aunque, como se verá más adelante, había en él algo y aun algos de falseamiento de la verdad. Descollaba doña Lupe por la inteligencia y por el prurito de mostrarla a cada instante.
En un cuarto de hora, empleado en recorrer calles y plazuelas, don Álvaro hizo sentir al otro aquellos algos indefinidos del amor dosimétrico, que era la más alta idealidad a que llegaba el espíritu del Marquesito. «Sí, todo aquello era puro. Se trataba de una mujer casada, es verdad; pero el amor ideal, el amor de las almas elegantes y escogidas no se para en barras.
Algo y aun algos de eso he visto por desgracia, señora dijo Salvador sorprendido de aquel sentimentalismo que por cierto modo artístico se avenía bien con el empaque funerario de su distinguida interlocutora.
¿Habéis visitado otros países? preguntó Roger, á quien aquellos relatos é informes interesaban sobre manera. He estado en Holanda, en Flandes y el Brabante y creo que de esta hecha Tristán tendrá oportunidad de ver no sólo buena parte de Francia, sino también algo y aun algos de la hermosa tierra de España.
Pensaba yo en esto, amigo Ojeda, mirando a los respetables patriarcas que van abajo con sus hopalandas de pieles a pesar del calor. «Algo y aun algos». Para ésos, la línea ha perdido su antigua virtud... Mírelos: ¡rasca que rasca!...
Cervantes reía de él y de su fingida muerte en el límite de los dos hemisferios al relatar «la aventura del barco encantado», cuando Don Quijote y su escudero flotaban sobre el Ebro en un bote sin remos... El iluso paladín creía estar a los pocos minutos de navegación cerca de la línea equinoccial; y para convencerse, recomendaba a Sancho que buscase en sus ropas para ver si encontraba «algo»... «Algo y aun algos», contestaba el escudero socarrón hurgándose el pecho.
-Pues ¿qué? -preguntó don Quijote-, ¿has topado algo? ¡Y aun algos! -respondió Sancho. Y, sacudiéndose los dedos, se lavó toda la mano en el río, por el cual sosegadamente se deslizaba el barco por mitad de la corriente, sin que le moviese alguna inteligencia secreta, ni algún encantador escondido, sino el mismo curso del agua, blando entonces y suave.
Palabra del Dia
Otros Mirando