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Actualizado: 12 de mayo de 2025
Semejanza; porque solo se numeran las cosas, en cuanto se prescinde de su diferencia. El ser es la base de la percepcion. La distincion es la base de la comparacion. La semejanza es la base de la reunion. La percepcion comienza por la unidad, sigue por la distincion, y acaba por la semejanza, que es una especie de unidad. La percepcion de esta semejanza hace reunir lo distinto.
En la segunda, se lamenta, se entristece, no piensa más que en su mala salud, envidia la suerte de las jóvenes más favorecidas en este concepto y acaba por dar un ejemplo notable de rebelión en el celibato. Sin mi mala salud murmura, hubiera podido casarme... A mi mala salud debo, pues, el tener que vivir sola...
Crueldad ésta que apreciarán en toda su cálida simpatía, los hombres que están enamorados de una sombra o no. Ayestarain acaba de salir. Me ha dicho que la enferma sigue mejor, y que mucho se equivoca, o me veré uno de estos días libre de la presencia de María Elvira. Sí, compañero me dice. Libre de veladas ridículas, de amores cerebrales, y ceños fruncidos... ¿Se acuerda?
Pueblo rudo, trabajador, paciente, con aquel fatalismo indio, más intenso y callado que el árabe, será un elemento de rápido progreso para Colombia el día que se implanten en su suelo las industrias europeas. Pero ante todo, hay que desarraigar en los indios el hábito de la chicha, funesta fermentación del maíz, cuyo uso constante acaba por atrofiar el cerebro.
Pero la muerte tira la cuerda limitada por la mano del hado, y todo lo turba, y acaba el poderoso príncipe como el rústico labriego.
TALMA. Está usted pisoteando mis ideas más queridas. Sin embargo, siento en usted una personalidad rebelde. Quiero convertirla a la religión del arte puro. JESSY. ¡Demasiado veo adónde va usted a parar...! Cuando un hombre me habla de arte, acaba siempre por...
LA SIRVIENTA. ¡He leído algo de eso...! ¿No es un cura de antaño, que va a casa de una muchacha alegre para convertirla...? LEONIE. ¡Justo...! Pues bien, amiga mía; acaba de sucederme lo mismo... LA SIRVIENTA. Entonces... ¿te metes en un convento...? LEONIE. ¡Por ahora no! Voy a ver al general... ¡A escape...! ¡Mi sombrero...! Ama mucho a su próximo compañero de existencia.
»Así vuelven a pasar ante su vista todas las escenas del pasado, cuyos recuerdos le hacen llorar y sonreír a un tiempo; por más que siempre acaba por llorar, porque la conclusión siempre es la misma: él recuerda sus gracias, su hermosura, sus encantos, y siempre ha de acabar pensando en que todos esos dones se han desvanecido al soplo de la muerte.
Unas cuantas veces, al verse junto á la ruleta, le había pedido prestados «diez luises», necesidad imperiosa de jugador que acaba de quedar limpio y ansía desquitarse; pero, con más ó menos retraso, se los había devuelto siempre. Su vida tenía un fondo misterioso, según don Marcos. Los otros dos convidados le parecían de una existencia menos complicada.
Se avergonzaban de los antiguos errores que habían adorado, y esto les hacía acoger como indiscutible todo lo nuevo, sin atemorizarse ante las consecuencias.. Era la fe del pueblo, que, una vez toma carrera hacia delante, lo acepta todo, lo defiende todo, sin otra condición que la de la novedad, y desprecia los principios tradicionales que acaba de abandonar.
Palabra del Dia
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