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Actualizado: 28 de mayo de 2025
El arsénico, por su estado prodrómico, corresponde á ciertas fiebres de accesos, cuyos prodromos esten caracterizados por un abatimiento estremado con ansiedad y sed, sin que se puedan referir estos fenómenos de una concentracion que parece debia hacerles graves, ni á la diarrea, ni á los vómitos, ni al estado gástrico, ni á la cefalalgia que acompaña ordinariamente á este estado general.
En estas afecciones está indicado por la angustia ó la agitacion y el abatimiento, por la apatía moral y una astenia profunda cuyo punto de partida es el gran simpático.
Yo, naturalmente, juzgué espontánea, sincera, y, por lo tanto, lícita en la ocasión, la pequeña expansión retórica de don Guillén, y apenas concluyó y dejó caer con abatimiento la cabeza, dije, sin vacilar un segundo: Ya le he dicho que conozco a esa mujer, y se la voy a traer aquí en un instante. Supongo que le dejé fulminado y sin acertar a emitir palabra ni sonido articulado.
«¿De modo dijo esforzándose en vencer su abatimiento y espolear sus ánimos decaídos , de modo que usted cree en esa gran paparrucha de la falsificación? ¿Conque paparrucha?... ¡Ay niña, niña, usted no sabe lo que se dice! La falsificación es tan clara, tan evidente como la luz del mediodía. El Tribunal lo ha declarado categóricamente.
Además, casi todas las mañanas encontraba á los dos franceses en Hyde-Parck, donde se paseaba á caballo con sus hermanos y al paso, lo que ponía á aquellos dos centauros en un estado de abatimiento lamentable.
A pesar de su ánimo, experimentaba una especie de cansancio y de abatimiento. Después del gran gasto de energía de los últimos años, la fuerza nerviosa que la había sostenido hasta entonces la abandonaba al llegar al puerto.
Los tres partieron juntos hacia la sierra en busca de Iturralde, según se creía. Mucho extrañó a Monsalud el ver que su hermano, en lugar de recibir esta noticia con la alegría que siempre mostraba, tratándose de ventajas carlistas, la oyó con gran asombro, y después de larguísima pausa, se afligió mucho y se dio un golpe en la frente como en señal de abatimiento y desesperación.
Y como si Julio le hubiese efectivamente confesado la innegable causa de su abatimiento: Yo te lo advertí muy sinceramente aquella vez, en casa de Charito. Adriana es una muchacha perversa, diabólica. Lo declaran sus amigas mismas: Charito, por ejemplo. Ella goza en hacer sufrir, su voluptuosidad es esa.
La ansiedad es grandísima, la agitacion escesiva; no se halla reposo en parte alguna, el abatimiento es á la vez inmenso y el decaimiento de fuerzas espantoso. Este abatimiento, esta postracion, esta pérdida de las fuerzas, existen tambien aisladas de otros síntomas; sobrevienen por accesos, por cualquiera causa, complican fácilmente á otros síntomas y hasta impiden el poderse mover.
Estaba seguro de que la decepción sufrida por la pobre niña provocaría en su ánimo una crisis en que, tras la desesperación, vendrían, primero el abatimiento, y luego la resignación. Amando como ella amaba, jamás buscaría lenitivo en el olvido, consuelo en otra pasión, ni venganza en las sugestiones del despecho.
Palabra del Dia
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